El diseñador industrial y fotógrafo submarino Bob Evans se inspirío para crear sus GasPods de las protuberancias que había observado en la espalda de langostas cuando buceaba. Parece contradictorio, pero las protuberancias en una superficie que ya de por sí es aerodinámica incrementa la eficiencia aerodinámica. Resulta que una mayor área de superficie significa menos resistencia al agua y aire, así que esas portuberancias de las langostas disminuyan la fricción.
Añadiendo esto a sus grandes conocimientos adquiridos en años diseñando aletas, Evans decidió aplicar estos conocimientos de física a los automóviles con el GasPod. Se trata de unas pequeñas protuberancias en forma de aletas, que se adhiere a los puntos estratégicos en un coche para aumentar la eficiencia de combustible.
A una velocidad de 65 kilómetros por hora, Evans sostiene que se produce una reducción de la resistencia aerodinámica del 5 % en un Volkwagen Golf. En su coche, un Volvo XC70 Cross County, Evans asegura que gana un 5% de eficiencia consume. Ahorra 6,19 dólares por tanque de combustible a precios corrientes, y en un viaje que consumen tres cuartas partes de un depóisito ahora dice que solamente usa la mitad.
Con esas cifras, Evans dice que por cada galón de gasolina ahorrado (cerca de cuatro litros), se evitan que se emitan a la atmósfera 19,4 kilos de CO2.
Las cápsulas pueden colocarse con imanes, para poder moverlas, o bien, si no se adhieren a la carrocería, pueden ser plantados con cinta adhesiva. Los precios van desde 29,95 dólares por un conjunto de tres, con adhesivo en un color común, hasta los 124,95 dólares por un conjunto de nueve vainas magnéticas, pintadas y personalizadas.
Sí, has visto algo parecido antes. Mitsubishi instaló algo similar, que aumentaba la carga aerodinámica en su sedán Evolution.
Fuente: GasPods