Parece claro que el futuro del automóvil será completamente eléctrico. Las marcas apuestan casi todos sus recursos en esta tecnología, motivados por las estrictas normativas de emisiones y por las prohibiciones en las grandes ciudades. Si bien es cierto, que todavía parece una utopía en algunos lugares, pues la infraestructura de recarga no está del todo desarrollada. Y, sin embargo, ya hay quien se está planteando prohibir la publicidad de coches diésel y gasolina.
Se trata de una iniciativa del partido político Más País-Equo, que ya ha realizado una propuesta en el Congreso de los Diputados. Seguiría otras prohibiciones publicitarias como las aplicadas sobre el tabaco, el alcohol o las casas de apuestas. Han pedido que se aplique a partir de 2025 y que comience en medios de comunicación, vallas publicitarias y publicaciones académicas. Para 2027 se sumarían las prohibiciones en patrocinio deportivo, cultural, de instituciones educativas, publicaciones científicas o eventos públicos.
Como era de esperar, la propuesta ha sido recibida con cierta polémica, pues estamos hablando de que la industria del automóvil es la que más invierte en publicidad en España. De hecho, siete fabricantes de coches están actualmente entre los veinte mayores anunciantes del país. Tomando datos de 2019, el sector gastó 564 millones de euros en espacios publicitarios, lo que supone el 13 % del total.
Si hacemos un ránking, el que más invierte de todos los sectores es Volkswagen con 84 millones de euros. En cuarta posición estuvo PSA (ahora Stellantis) con 67 millones, seguida por otras como SEAT con 45 millones o Renault con 40 millones. El caso es que todavía podría ser algo pronto para dar ese paso de prohibir la publicidad de coches diésel y gasolina, pues la gente los sigue demandando.
Más País-Equo se reitera recordando los compromisos asumidos en el ámbito de la reducción de emisiones y los objetivos de electrificación de la movilidad. También hacen referencia a la prohibición de la venta de estos vehículos de combustión a partir de 2035 según la Comisión Europea. En todo caso, habrá que esperar para ver hasta dónde llega esta propuesta.
Fuente: Europa Press