El diseño del nuevo prototipo de Volkswagen es tan original como llamativo. El sistema de propulsión que lleva es híbrido y está concebido para que consuma el mínimo de combustible posible. Para ello se han cuidado muco el peso, la aerodinámica y su mecánica. Lleva dos motores, uno de ellos Diesel y otro eléctrico. Con ellos, el L1 Concept tiene un consumo medio muy bajo, 1,49 l/100 km. Por consiguiente, las emisiones contaminantes son también muy contenidas. Acelera de 0 a 100 km/h en 14,3 segundos y puede alcanzar una velocidad máxima en 160 km/h. Este Volkswagen lleva un cambio automático de siete velocidades que la marca ha bautizado como DSG.
El motor Diesel tiene dos cilindros y una cilindrada de 0,8 litros. Tiene dos modos de funcionamiento: ECO y Sport. La diferencia es que en el primero de ellos da 27 CV a 4.000 rpm mientras que el segundo da 39 CV al mismo régimen. Tiene un sistema de parada y arranque automático que funciona, por ejemplo, cuando el coche se detiene en un semáforo. Para su diseño se han basado en el motor tetracilíndrico 1.6 que llevan el Polo o el Golf.
La mecánica eléctrica es de 10 kW, lo que son 14 CV. Va colocado entre el motor de combustión y al caja de cambios y está alimentado por una batería de iones de litio que va en la parte delantera del vehículo. Este motor sirve de apoyo al Diesel en las fases de aceleración y es capaz por si solo de impulsar al L1. En las fases de frenado el motor eléctrico hace de generador y recarga las baterías de litio.
Su carrocería es el aspecto más llamativo ya que las dos plazas están colocadas a modo de tándem. Así, el copiloto irá situado justo detrás del piloto como si de una moto se tratara pero con asientos individuales. Su carrocería mide 3,81 m de largo, 1,14 m de alto y 1,20 m de ancho. Para que te hagas una idea, es igual de largo que un Volkswagen Fox y tiene sólo 1 cm más de alto que un Lamborghini Murciélago. En estos momentos y teniendo en cuenta sus medidas, el Concept L1 es más estrecho que cualquiera de los modelos que se venden en España. Turismos de dimensiones reducidas como el smart fortwo o el Chevrolet Matiz son más anchos (1,49 m y 1,55 m respectivamente).
La aerodinámica es uno de los puntos fuertes de este prototipo. El L1 Concept pesa tan sólo 380 kg y tiene piezas fabricadas en carbono como los asientos y los paneles exteriores de la carrocería. El fondo está completamente carenado y lleva neumáticos de baja resistencia a la rodadura. Además, tiene entradas de refrigeración del motor adaptativas. Estas se abren y se cierran automáticamente para dejar a pasar el airo o no permitir el paso del mismo dependiendo de las necesidades de ventilación que tengan los motores.
En su diseño llama también la atención el difusor que hay en la parte trasera del paragolpes y que las ruedas traseras vayan cubiertas por parte de la carrocería. Otro detalle curioso es que no dispone de puertas ya que las ventanillas y el techo forman una sola pieza que se abre lateralmente para acceder al habitáculo. El sistema con el que esta pieza se abre y se cierra es eléctrico.
El interior de este modelo también es muy curioso. El salpicadero está dispuesto en un ángulo de 180º alrededor del asiento del conductor. El volante queda situado en el centro del habitáculo y a la derecha está situado un mando selector redondo que sirve para arrancar el coche, seleccionar los diferentes modos de la caja de cambios y también para activar el freno de estacionamiento. Un detalle a tener en cuenta es que el climatizador se maneja de manera táctil.
Los recubrimientos interiores han sido hechos con un material plástico fabricado de fibra de vidrio. A la derecha ya a la izquierda del salpicadero hay dos pantallas OLED (Organic Light Emitting Diode) a las que llegan las imágenes que envían dos cámaras que sustituyen a los retrovisores exteriores.