Hasta no hace mucho, la empresa estadounidense A123, presumía de liderazgo en el sector de las baterías de litio, pero las estrecheces provocadas por la crisis económica han resuelto que, tiempo después, se haya visto obligada a declarar oficialmente su quiebra.
Con sede en Massachusetts, sus responsables han cedido la venta de sus activos a la corporación Johnson Controls. El montante de la operación ha sido fijado en 125 millones de dólares, e incluye los productos de A123, su cartera de clientes, sus instalaciones en Michigan y China, además de su participación en la empresa Shanghai Automotive.
En palabras de David Vieu, director ejecutivo de A123, «creemos que este acuerdo de compra de activos con Johnson Controls, junto a la declaración de quiebra, es en este momento lo mejor para los intereses de A123».
El acuerdo incluye un inyección de 72.5 millones de dólares que Johnson Controls abonará a A123, para que pueda continuar con la actividad hasta que finalice el proceso de transición.
El presidente de Johnson Controls, Alex Molinaroli, ha destacado que la «necesidad de vehículos más eficientes continúa incrementándose, lo que está llevando a los fabricantes de automóviles a adquirir nuevas tecnologías. La adquisición de A123 nos ayudará a consolidarnos como líder del sector».
La declaración de quiebra se produce después de un intento fallido de rescate por parte de la consorcio chino Wanxiang Group, inversor de primer orden en tecnología estadounidense, que parecía estar dispuesto a invertir 465 millones de dólares en la tarea, pero el acuerdo nunca llegó a materializarse.
Las críticas contra la gestión realizada por David Vieu se han recrudecido, y es que en 2009, A123 recibió una subvención federal de 249 millones de dólares que no han resultado efectivos en la tarea de reflotar a la compañía.
Vía: Yahoo!