Si echamos la vista atrás, hay pocos coches más extremos que el Renault Clio V6. Se trató de una variante muy especial del utilitario, que debutó como prototipo en 1998 y que salió al mercado en el año 2000. Prácticamente un coche de competición para la carretera, fue realizado el departamento Renault Sport basándose en las especificaciones de los Clio V6 Trophy. Se cumplen dos décadas de esta locura prácticamente irrepetible y lo celebramos haciendo un repaso a su corta, pero intensa vida.
Hace ya 20 años que la marca francesa decidió devolver a la vida la filosofía de los coches de rally del Grupo B de la década de los 80. Aunque el Renault Clio era un pequeño utilitario de tracción delantera, optaron por esta radical versión que cambiaba de configuración por completo. Se convirtió en el único de su categoría con motor central y propulsión. Para poder llevar eso a cabo se tuvo que prescindir de las plazas traseras. En la actualidad son modelos muy cotizados y difíciles de encontrar.
Comenzó con la base de la copa Clio V6 Trophy, que utilizaba al popular utilitario como reemplazo de la anterior Renault Sport Spider Trophy. A raíz de esta competición se decidió hacer un prototipo que vio la luz en el Salón de París de 1998. Sorprendió a todo el mundo al rendir homenaje al icónico Renault 5 Turbo y servir de celebración por el centenario de la marca. Aunque pocos confiaron en que este modelo pudiera llegar a producción, algo que se materializó apenas dos años más tarde.
El Renault Clio V6 «Fase I» era idéntico al prototipo en un 98 %. Llevaba en posición central un motor V6 atmosférico de 3.0 litros, el mismo que se había usado en el Laguna. Aunque en este caso recibía pistones nuevos, una relación de compresión aumentada y llegaba hasta las 7.100 rpm. Desarrollaba una potencia de 230 CV y 300 Nm de par, por lo que podía acelerar de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanzar una punta de 236 km/h. Además, llevaba una caja de cambios manual de seis velocidades PK6 hecha explícitamente para este ejemplar.
Destacaba también en otros aspectos. Bastaba con mirarlo para apreciar las diferencias estéticas, con paragolpes, aletas y tomas de aire específicos. Además de esa carrocería ensanchada (171 mm más que un Clio normal), también contaba con llantas de 17 pulgadas y frenos AP Racing de 330mm delante y 300 mm detrás. La suspensión era de tipo MacPherson delante y multibrazo detrás, al tiempo que la barra estabilizadora era tomada directamente del Clio Trophy. Todos estos ejemplares eran hechos a mano por Tom Walkinshaw Racing (TWR) en Suecia, llegando a hacer 1.631 unidades de esta primera fase.
Pero en 2003 llegó el Renault Clio V6 «Fase II», una evolución que se correspondía con la renovación del utilitario. Recibía cambios a nivel estético, como los faros o la parrilla, pero en este ejemplar también cambiaban las tomas de aire y recibía unas llantas de 18 pulgadas. También se aprovechó para poner a punto el V6 de 3.0 litros con un incremento de potencia para llegar hasta los 255 CV a 7.150 rpm. Eso hizo que acelerase de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos y que tuviera una velocidad máxima de 246 km/h.
La suspensión también fue retocada para mejorar la rigidez y el tacto, además de ampliar la distancia entre ejes y la anchura de vías para para obtener reacciones más nobles. En este caso, Renault Sport los construyó internamente su antigua fábrica de Alpine Dieppe. De esta segunda fase de hicieron 1.309 unidades antes de que finalizase su producción en 2005. Como decíamos, en la actualidad está considerado como un «clásico moderno» y un coche realmente exclusivo que se vende por cifras elevadas. Y lamentablemente también está considerado como algo irrepetible teniendo en cuenta las restricciones actuales.
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