A veces desde una perspectiva occidental se nos olvida que hay otras zonas del planeta no tan desarrolladas y con necesidades de movilidad diametralmente diferentes a las nuestras. Para esos mercados se ha presentado en el Salón del Automóvil de Delhi el Renault Kwid Concept, un pequeño SUV de dos puertas que explora nuevos caminos en diseño y conectividad
No hay planes para llevar un vehículo similar a la serie, pero el prototipo explora la necesidad de coches robustos y ágiles que se puedan mover por las vías complicadas de los mercados emergentes. Aunque el Kwid Concept mostrado en India tenía dos ruedas motrices, está enfocado a un uso offroad y puede contar con tracción a las cuatro ruedas, algo no tiene, ni como opción, el Renault Captur, totalmente dirigido a una conducción en asfalto.
El Renault Kwid se ha diseñado de forma global, con la intervención de los centros de diseño de la marca en Francia, India y Brasil. Destaca su línea robusta y desenfadada, con voladizos muy cortos y enormes neumáticos, que lo asemejan a un buggie. Las dos únicas puertas laterales de apertura vertical cuentan con asistencia eléctrica.
El Kwid Concept cuenta con el motor 1.2 Turbo de gasolina de la marca acoplado al cambio de doble embrague EDC, sin definir cifra de potencia. Pero es interesante que se trate de un vehículo Z.E. ready, pensado para poder transformarse en un coche eléctrico sin mayor dificultad (se ha previsto el hueco para alojar las baterías).
No hay datos sobre sus dimensiones, aunque en su interior puede transportar a cinco pasajeros, con una disposición muy peculiar: tres delante y dos en las plazas traseras, con el conductor en posición central. Esta extravagancia puede tener mucho sentido si pensamos en un producto global, ya que no sería necesario adaptar su producción a la hora de pensar en países en los que se conduce por la izquierda.
A ambos lados del conductor hay diversos controles y una pantalla integrada tipo tablet, que sirve para manejar lo que Renault denomina Flying Companion, una especie de que despega al rotar la parte trasera del techo, y que puede utilizarse como espía para, por medio de sus cámaras, explorar el tráfico, tomar fotografías del paisaje o incluso detectar posibles obstáculos en la ruta. Para poder usar este dispositivo, Renault ha previsto también un modo de funcionamiento automático, que puede basarse en una secuencia de vuelo programada mediante puntos marcados en el GPS.
Fuente: Renault
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