Rolls-Royce ha desvelado su última joya, el Arcadia Droptail, una expresión artística de la tranquilidad a través del diseño, la ingeniería y la artesanía. Este vehículo, el tercer encargo del estilo «Coachbuild Droptail», se erige como una celebración de la forma y un homenaje al lujo personalizado.
Desde la compleja elaboración del reloj que preside el interior, hasta las secciones de madera que demandaron 8.000 horas de trabajo artesanal, el Arcadia Droptail es mucho más que un automóvil; es una obra maestra que fusiona el arte con la ingeniería propia de Rolls-Royce.
El Rolls-Royce Arcadia Droptail no es sólo un automóvil, es una obra maestra que rinde homenaje al distintivo estilo Droptail. Este vehículo, que marca un nuevo momentum en la historia de los coches únicos de Rolls-Royce al presentar el este diseño de carrocería roadster donde la elegancia es sinónimo de tranquilidad y armonía.
Diseño exterior
El exterior del Arcadia Droptail es una sinfonía de detalles cuidadosamente pensados. Inspirado en elementos de diseño modernistas y la riqueza arquitectónica tropical de lugares como Singapur, Indonesia y Vietnam, su carrocería presenta una paleta de colores duotono única.
El blanco sólido, impregnado con partículas de aluminio y vidrio, se revela como un lienzo fascinante bajo la luz natural. Este efecto, logrado con minuciosidad por los especialistas de Rolls-Royce, da la impresión de una profundidad infinita en la pintura, creando un espectáculo visual único. En cuanto a su diseño, vemos las secciones inferiores del Droptail, construidas con fibra de carbono que se destacan por completo con un plateado Bespoke en lugar de dejarse al descubierto. Este toque distintivo resalta la ligereza y dinamismo del automóvil al tiempo que añade un matiz extra de lujo y exclusividad.
Los detalles brillantes son una característica distintiva de los Rolls-Royce clásicos que fascinan al cliente, y el Arcadia Droptail no defrauda en este aspecto. La parrilla exterior, las piezas en forma de ‘V’ y las llantas de aleación de 22 pulgadas, todas meticulosamente pulidas a espejo, rinden homenaje a la tradición de Rolls-Royce y todo el mimo depositado en presentar unas piezas perfectas en cada coche.
La inspiración náutica tras los «sail cowls» del droptail agrega un toque de gracia y dinamismo al diseño exterior. Estas formas angulares, que se elevan tras las puertas y se curvan suavemente hacia adentro, evocan la imagen de las velas de un yate. Además de su impacto visual, cumplen una función aerodinámica al dirigir sutilmente la atención hacia los ocupantes del automóvil.
Diseño interior
El interior del Rolls-Royce Arcadia Droptail es como sumergirse en un ambiente de opulencia y refinamiento, donde la madera se erige como el protagonista indiscutible. Cada detalle del habitáculo ha sido diseñado para reflejar la visión única del cliente que encarga la obra; cada ápice resalta la habilidad artesanal de Rolls-Royce, salta a la vista.
La elección de la madera Santos Straight Grain para el interior no fue un capricho, sino una búsqueda de la textura, el grano, el color y la riqueza ideales. El uso de este material de alta densidad fue todo un reto para los artesanos de Rolls-Royce; sin embargo, el resultado habla por si solo en el interior del Arcadia Droptail.
La madera Santos Straight Grain es una madera reconocida por su patrón de grano interlockingúnico y le da un toque más que especial al interior, desde el salpicadero hasta la sección trasera aerodinámica funcional, la madera se dispone con precisión, creando una experiencia visual y táctil excepcional. La sección trasera, donde el grano de la madera se coloca en un ángulo perfecto de 55°, es un testimonio de la maestría artesanal que define al Arcadia Droptail.
El uso extensivo de esta madera implica la aplicación de un total de 233 piezas en todo el vehículo, 76 de ellas destinadas solo a la sección trasera. Dado que el Arcadia Droptail será conducido en diversos climas, incluidos algunos tropicales, se prestó una atención especial al desarrollo de un sistema de protección para las superficies exteriores de madera.
En lugar de optar por recubrimientos utilizados en yates de lujo, se desarrolló un barniz especial que requiere una única aplicación durante toda la vida útil del automóvil. Este barniz fue sometido a un riguroso proceso de prueba, exponiendo las piezas de madera a ciclos extremos de humedad, calor y luz durante 1.000 horas. Este esfuerzo adicional, que llevó más de 8.000 horas de desarrollo, garantiza la durabilidad y la belleza a largo plazo de la madera Santos Straight Grain en el Arcadia Droptail. Lo mismo que el negro piano de mi coche, vamos…
Más detalles de lujo: un reloj
Como el Arcadia Droptail no solo es un automóvil, si no que es una obra de arte rodante. Los ingenieros de Rolls-Royce han optado por ampliar su cuota de lujo incluyendo un un reloj excepcionalmente complejo. La esfera del reloj, supuso un desarrollo de más de dos años y se ensambló en cinco meses. Esta nos presenta un intrincado patrón guilloché y marcadores de horas de 0.1 mm de grosor.
Este reloj, parte integral del diseño interior, fusiona la tradición relojera con estándares de calidad propios de Rolls-Royce, superando incluso las expectativas del mundo de la alta relojería. Llegados a este punto, no sabemos que cuesta más si el reloj o la madera, pero estamos de acuerdo en una cosa: Rolls-Royce se vuelve a pasar el juego de los coches de lujo.
Motor
En otro orden de cosas, este coche también se mueve y como te puedes imaginar, lleva un muy buen motor. Como es menester, los droptails se centran más en el lujo que en las prestaciones, por lo que Rolls-Royce no promociona el sistema de propulsión del vehículo más allá de unos breves datos. Pero para aquellos que queráis saberlo, este roadster utiliza el motor V12 de 6,6 litros con doble turbocompresor de la marca, que nos entrega 593 CV y 840 Nm de par.
Siguiendo aquello del lujo, aquí podéis ver la galería al completo, mientras su propietario en Singapur lo mira mientras se toma un café de los caros.
Fuente: Rolls-Royce
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