La sociedad cambia, avanza y hay algunos aspectos de la vida que se quedan atrás. Muchos de ellos son relativos a la situación de la mujer. Esta fue considerada durante muchos años como simplemente una ‘madre’, personas destinadas al cuidado de la familia y de la casa. La incorporación de la mujer al resto de aspectos de la vida ha necesitado de ajustes en el funcionamiento de la sociedad. Más o menos acertadas, más o menos discutidas se han llevado a cabo medidas en este sentido en distintos campos del sistema. Ahora le ha llegado el turno a la representación de la mujer en las vías, concretamente a las señales de tráfico machistas.
La Fiscalía General del Estado ha sido la que ha puesto el foco en esta situación. En la memoria anual del 2019 que fue presentada en el inicio del año judicial este mismo septiembre, el ministerio público censuraba que en muchas de las señalizaciones «la mujer aparece en una situación de dependencia y subordinación» del hombre.
Ejemplos de señales de tráfico machistas según la Fiscalía
Esta señal, que se sitúa en los entornos de los colegios para avisar de la presencia de niños, representa a un chico llevando de la mano a una chica, en lo que la Fiscalía ve dependencia y subordinación.
En esta otra, es el senderista el que precede a la mujer, denotando de nuevo una subordinación.
La Fiscalía también ha resaltado que la gran mayoría de las señales que hacen referencia a los cuidados o a cuestiones del hogar tienen como protagonista a una mujer.
Otras señales de tráfico machistas pueden no tener necesariamente la presencia de una mujer. Por ejemplo, se puede ver que en las señales dedicadas a cuestiones laborales (agrícolas, obras…) el personaje representado siempre es un hombre. Lo mismo ocurre en señales de bicicletas, ceda al paso, jinetes… Por lo general, es siempre el hombre el que aparece en las señales.
La posibilidad de que sean cambiadas
Según comunicó la Fiscalía, «todavía perviven las señalizaciones contrarias a los principios de igualdad«. Esto abre la puerta a que se realicen modificaciones.
Situaciones parecidas se han vivido, por ejemplo, con los semáforos. En la actualidad se pueden encontrar representaciones de todo tipo en ellos: dos hombres, dos mujeres, hombre y mujer, pareja con hijos, o el ya famoso muñeco de Berlín.
Lo cierto es que la propia representación icónica que se hace de mujer y hombre puede no ser de por sí inclusiva y puede dar lugar a señales de tráfico machistas. El hombre con pantalones, la mujer con falda. Puede que en el futuro tampoco parezca correcta esta situación, porque las mujeres también llevan pantalones y, por qué no, los hombres pueden llevar falda.