Tener un coche en propiedad conlleva una serie de gastos importantes. Ya no solamente es la compra del vehículo, también hay que pagar una serie de impuestos y un mantenimiento asociados a él. En nuestro país no sale nada barato, pero siempre podríamos estar peor. Por ejemplo, en Singapur se paga por la titularidad del coche. No hablamos de su precio de compra (eso por descontado), se trata de un certificado que te da derecho a tener vehículo en propiedad, tanto nuevo como de segunda mano.
Conocido como Certificate of Entitlement (COE), fue una medida que introdujeron en el país asiático en 1990 para controlar el número de coches que hay en circulación. Como decíamos, se trata de un título que tienen que obtener todos aquellos conductores que quieran tener un vehículo a su nombre. Además, este certificado es temporal. Tiene un periodo de validez de 10 años y pasado ese tiempo se puede cancelar (deshaciéndose del coche) o renovarlo por otro período de 5 o 10 años, pagando la prima de cuota vigente.
Y como podíais imaginar, teniendo en cuenta cómo es Singapur, el precio de este COE no es nada barato. Cambia mucho en función de las características del coche que se quiera tener, habiendo varias categorías. Para poneros en contexto, la categoría A que es para vehículos con motores de hasta 1.6 litros que no superen los 130 CV de potencia, el precio está actualmente en 104.000 dólares singapurenses. Es decir, por tener un coche normalito durante diez años tendríamos que pagar unos 72.092 euros. Eso sale a algo más de 7.200 euros al año, sin contar lo que haya costado el vehículo.
Las tarifas del COE bajaron durante la pandemia al haber menos gente interesada en tener un coche, pero ahora se han catapultado. Los coches con un motor de más de 1.6 litros o que superen los 130 CV están pagando 146.002 dólares singapurenses por su COE, unos 101.208 euros al cambio. También está la categoría Open, que no tiene restricciones y que es para los vehículos de mayor rendimiento, con una cuota de 152.000 dólares singapurenses, unos 105.365 euros al cambio.
Eso hace obtener un coche nuevo pueda llegar a ser diez veces más caro que en otros países debido a ese binomio que supone pagar el precio de compra y el COE. Además, nadie garantiza que se pueda adquirir ese certificado de titularidad, ya que va en función a los automóviles que se den de baja. Singapur tiene actualmente limitado el número de vehículos en circulación a unos 950.000.
Fue una medida que se tomó en 2018 y que cortaba esa ya reducida tasa de crecimiento del 0,25 % cada año. Así que para tener un COE habrá que presentarse a subasta y tener el dinero. No es tarea fácil, ya que el sueldo medio en la ciudad-estado es de unos 70.000 dólares singapurenses al año (unos 48.519 euros anuales).
Fuente: Reuters