En lugar de escuchar la típica melodía que acompaña a la letra «ahora que vamos despacio», característica de excursiones en bus, los usuarios y el conductor de este vehículo descansarán bajo las notas de la popular nana de Brahms. Las canciones de carretera han pasado a la historia en este autobús lleno de camas que circula desde Los Ángeles hasta San Francisco.
El hostal rodante ha sido idea de la start-up estadounidense Sleepbus y comenzaron sus servicios el pasado año. El servicio consiste en contar ovejitas desde las once de la noche hasta las seis de la mañana, que el autobús llega a su destino, o aprovechar y quedarse durmiendo hasta las nueve, como se puede ver en la foto en su página de Facebook, a más de uno le apetecerá quedarse. La acogida a sido tal que ya están preparando una nueva flota de autobuses nocturnos con cama incluida.
No han tardado en salirle competidores a este autobús y además con el mismo nombre solo que con un motivo diferente. A esta innovadora tendencia se le ha unido un australiano con un propósito bien distinto: ofrecer un techo donde dormir a personas sin hogar. En la siguiente foto podemos ver al equipo de voluntarios en el interior del autobús.
Un gesto solidario al que se han sumado muchas empresas y ciudadanos, quienes sueñan a lo grande y esperan llegar al objetivo de 300 buses que provean cama a dos millones de personas al año. La idea nace de su fundador, Simon Rowe, quien también se vio sin casa en el año 1993 y tuvo que vivir por un tiempo en su coche.
Tras una experiencia con una persona sin hogar, decidió recuperar un viejo autobús y convertirlo en este hospicio con ruedas. Toda una hazaña para cambiar la realidad de muchas personas sin techo y permitirles, al menos, soñar.
Fuentes: SFist, Brandt, Sleepbus.co, Sleepbus.org