El sonido del motor es una de las cosas de las que suelen hablar los entusiastas del motor. No es ninguna novedad que muchos coches incorporan emuladores de sonido, pensados para emitir un sonido que no se corresponde con el que se produce debajo del capó. Muchos lo incorporan para proporcionar una experiencia sonora de un motor de mayor potencia. Estos emuladores de sonido son en realidad unos altavoces repartidos por el coche que emiten unas grabaciones de otro motor.
Tradicionalmente, las compañías han utilizado diversas técnicas de diseño e ingeniería, como los tubos de inducción, para transformar el ruido del motor y que el sonido que llegue al conductor no sea desagradable. Ahora eso también se puede hacer de forma electrónica. Los fabricantes de productos de audio de coche como Harman Kardon dedican enormes esfuerzos en I + D en la gestión del ruido. De hecho, suelen unirse a las firmas de coches ya en el diseño del vehículo para ir desarrollando desde el primer moemento la mejor experiencia posible en el interior. Analizan el sonido del motor y buscan frecuencias específicas deficientes para luego ajustarlas.
Se realizan miles de mediciones en cada asiento del coche. En los casos en que una frecuencia es deficiente, un amplificador genera una forma de onda que es similar a una onda sinusoidal donde falta el sonido de transmisión ideal. Si la deficiencia está en la zona de escape, se genera un tono de los altavoces traseros. Si está relacionado con el motor, se genera un tono desde la parte delantera del coche. El resultado final es un sonido de cabina que el fabricante de automóviles quería lograr. Lo habría intentado hacer mecánicamente… pero ahora esta tecnología ya está disponible.
Teniendo esto en cuenta, parece obvio que esta tecnología está aquí para quedarse. El «Active Sound» ahorra dinero y para muchos logra el mismo sonido de ingeniería mecánica y similar experiencia de conducción. Aunque no es un tema del que se hable mucho, muchos coches cuentan ya con la tecnología.
Fuente: Motoring File