Uno de los 4 Aston Martin V8 que se utilizaron en la decimoquinta película de James Bond sale a la subasta en breve. El filme que llevó como nombre en España «Alta Tensión» fue la primera de Timothy Dalton interpretando al agente del MI6 y ahora, puedes tener un coche diseñado por el servicio británico y mejorado por «Q» si viajas a Monterrey (California) con 1,2 millones de dólares en la cuenta.
La película
«The Living Daylights» o «Alta Tensión» fue la primera cinta de James Bond interpretada por Timothy Dalton, estrenada en el verano del 87 su argumento incluía (en resumen) al KGB, a combatientes muyahidines y a una francotiradora. La película fue un éxito comercial y recibió buenas críticas destacando a un Bond más serio, pero igualmente ingenioso.
En esta película vimos el regreso de Aston Martin como el vehículo de Bond tras un hiato y un nuevo acuerdo firmado por el presidente de la marca, Victor Gauntlett. En la película aparecen dos modelos Aston Martin, el primero un V8 Volante descapotable (que fue el vehículo personal de Gauntlett) que fue retocado añadiéndole un techo duro.
El segundo en cuestión es el modelo que sale a subasta un V8 Saloon color gris Cumberland. Como curiosidad diremos que fue necesaria una buena dosis de magia cinematográfica para poner a Bond al volante. Debido a una lista de espera de 18 meses, Aston Martin no podía suministrar coches nuevos a EON Productions para el rodaje, por lo que el equipo de producción buscó cuatro unidades de este Aston Martin V8 en el mercado de segunda mano y los modificó para el rodaje.
El coche
El primer propietario de este Aston Martin V8 nunca imaginó que su coche podría salir a subasta por 1,2M de dólares y mucho menos ser el coche de Bond. Fabricado en octubre del 73 según su certificado era de color Tudor Green y está equipado con inyectores de combustible y caja de cambios automática y un evidente volante a la derecha.
Una vez adquirido por la productora se modificó para la película cambiándole el color y modificando su parte trasera con piezas de fibra de vidrio y cambiando el capó y las llantas de aleación. Por temas de raccord se añadió un techo corredizo simulado para coincidir con el resto de Aston Martins V8 del rodaje. En su parte posterior incluyeron propulsores de cohete y en sus laterales unos esquís extraíbles. Por temas de seguridad incluyeron una jaula antivuelco para garantizar la seguridad de los especialistas de cine.
En la escena de persecución principal de la película, el Aston Martin V8 rueda colina abajo con los esquís en posición de combate y tuvieron que quitar el motor y la transmisión para aligerar el coche y conseguir un efecto más veloz en la escena.
Tras el rodaje el coche permaneció tal cual, no le quitaron ni la pegatina de identificación del rodaje, hasta que se vendió por primera vez junto al DB5 de la película Goldeneye del 95 a un coleccionista llamado Peter Nelson, asociado a la productora, que lo mantuvo 9 años en su colección hasta venderlo a un entusiasta estadounidense que lo mantuvo hasta 2021.
El actual propietario quiso que el Aston Martin V8 volviese a ser precisamente un V8 por lo que le montó un motor V540 V8 con carburador Vantage y caja de cambios manual ZF de cinco velocidades. Estas piezas fueron instaladas de nuevo 35 años más tarde desde que el Aston Martin V8 volase por los aires tras esquiar en las montañas.
Actualmente se encuentra en un estado renovado ya que se volvió a pintar el vehículo y se le trató contra la corrosión en su tren inferior. El propietario anterior fabricó una consola central extraíble con interruptores ficticios para los dispositivos y un botón de autodestrucción para uso de pantalla, ítems que están disponibles en el interior del vehículo.
Durante la extensa puesta en servicio, el propulsor del cohete trasero ficticio también se modificó para disparar llamas reales y por supuesto, el lote incluye los esquís laterales y demás cacharrería del MI6.
Prepara la cartera mientras echas un vistazo a la galería por cortesía de RM Sotheby’s:
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