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Arturo Martin

Sale a subasta el mítico Chitty Chitty Bang Bang

Esta entrada es para hacer memoria si tienes entre 30 y 40 años y eres muy fan del cine de coches. O para nostálgicos del cine de coches si has nacido entre 1960 y 1970. Una reconstrucción a mano del famoso Chitty Chitty Bang Bang sale a subasta en el Reino unido. Una obra de arte artesanal de uno de los vehículos que marcaron hito en el cine de los años 60.

En la cinta clásica de 142 minutos, Caractacus Potts (interpretado por Dick Van Dyke) convierte su viejo coche de carreras en un vehículo capaz de volar y flotar en el agua. Algo digno de las películas del James Bond pero en este caso convirtiéndose en clásico de la comedia británica. El transporte híbrido que concibe Potts se bautizó con el nombre de «Chitty Chitty Bang Bang» y es el motor de las aventuras de la familia Potts en la película de 1968 dirigida por Ken Hughes y guionizada por Roal Dahl.

La recreación

Como si se tratara de una obra de arte, el encanto de la recreación va más allá de la nostalgia de la película. Se trata de una unidad donde se ha cuidado el más mínimo detalle para traer a 2023 toda la artillería de cachibaches que tenía el Chitty original en la película. En este modelo específico han utilizado piezas originales anteriores a la Segunda Guerra Mundial, lo que suma valor e historia a la recreación.

El compromiso por parte de sus creadores para con la versión original han hecho posible que se pueda subastar una pieza de calculable valor monetario pero de exclusividad única.

A diferencia del vehículo de Potts, esta unidad ni vuela ni es capaz de convertirse en barco, pero si será capaz de llamar la atención de los asistentes donde veremos piezas de colección bastante especiales como el Brush Model D de 1910, un Lagonda 2 Litros de 1929 o un Jaguar Lister recreado. Pero no tanto como este Chitty reconstruido.

El vehículo se venderá con un precio de salida de entre 160.000 y 180.000 libras esterlinas y tendrá detalles de la película como la matrícula que reza «FLY 539» y que cuenta con un sistema de escape totalmente operativo hecho a mano.

El origen

La recreación se basa en un chasis auténtico americano de 1924 (registrado como Packard) y está propulsado por un motor especial Studebacker de seis cilindros y válvulas laterales de 5 litros unido a una caja manual de 3 velocidades.

El vendedor es un reconocido constructor de coches americanos de época y como resultado de su experiencia tiene acceso a ciertos componentes históricos que hacen que aumente el valor de sus creaciones en eventos como este. El chasis se transformó moviendo el volante a la izquierda desmontando el eje y girándolo 180 grados para desplazar la barra de tracción por delante del centro de las ruedas.

El diseño general de la carrocería de la película se siguió al pie de la letra durante la construcción, pero con algunos retoques para mejorar la estética y mantener la autenticidad de la época de los años veinte. Por ejemplo, mantiene las ruedas de madera; partes originales del chasis utilizado, los faros eléctricos y las luces de posición de 1909.

El sistema de frenado es el original de en las dos ruedas utilizando frenos con bandas en el exterior y zapatas en el interior. La única pieza que no es original es el cristal del parabrisas que pertenece a un Cadillac de 1913 y no es tan grande como el de la película.

Todo el proyecto se completó en 4 meses en 2019 y hasta llegar a la subasta, ha girado por EE.UU y UK en numerosas ferias y congresos despertando curiosidad a los más jóvenes y nostalgia a los no tan jóvenes.

No perdáis detalle de la galería de fotos por cortesía de H&H elaboradas para el lote 87 de la subasta.

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