Las letras no son precisamente la herramienta adecuada para comprender la magnitud de esta máquina. Aún así, tendremos que confiar en ellas y en las matemáticas para replicar la imagen completa. Con 230 toneladas de masa en vacío y 550 toneladas completamente lleno, el Terex Titan era único en su clase. Y lo decimos en el sentido más literal: el segmento “Ultra” de los camiones pesados fue establecida por esta misma máquina en 1973.
Para mover esta mole, el camión confiaba en un generador diésel de dos tiempos de 2.461 kW de corriente alterna para los cuatro motores acoplados en las ocho ruedas traseras. Si hubiera sido el motor del vehículo, la potencia bruta habría sido de 3.300 CV. Hablando de un tren de potencia de magnitudes épicas, este motor fue construido por la División de Mecánicas Diesel Canadiense de General Motors para, precisamente, trenes. Sí, esta configuración mecánica es para uso en locomotoras ferroviarias.
El generador, un bloque de 16 cilindros en uve de 196 litros turboalimentado fue el motor para mover la montaña de acero en movimiento. La dirección asistida en todas las ruedas redujo el radio de giro al ancho de una pista de aterrizaje de un avión grande: casi 30 metros. Hablando de ruedas, el Titan tenía 10 de ellas, con neumáticos 40 x 57 que necesitaban ser cambiados un par de veces al año. A 50 mil dólares la pieza, no era exactamente la noticia que provocaba alegría en el departamento financiero de una empresa minera.
Bastante costoso, pero estamos hablando de una máquina que, en su día, costó 1,5 millones de dólares. Solo el motor diésel tenía un precio de 800.000 dólares de la época. Traducido a los tiempos que corren, hablamos de un vehículo de casi siete millos de euros. A cambio, podría transportar hasta 320 toneladas de tierra, rocas, carbón o arena a una velocidad constante de 48 km/h. Cuando surgió en 1973, el Terex Titan era el dúmper más grande, más pesado y con mayor capacidad de carga útil jamás construido.
Y se aferró a ese récord reconocido por Guinness durante un cuarto de siglo. Con cerca de 20 metros de largo, 8 metros de ancho y 7 metros de alto, el Terex Titan marcó la pauta para los volquetes de carga pesada de clase ultra que le siguieron después. Con la caja elevada, alcanzaba los 17 metros en el aire. No fue sino hasta 1998 que un camión Caterpillar de mayor capacidad se impuso. Y en 2013, el título de campeón mundial de peso ultrapesado (versión Dump-Truck) fue reclamado por otro gran nombre de la industria.
Volviendo a nuestro Titán, el destino no fue favorecido por los dioses, ya que solo se construyó uno. Resulta que GM programó el lanzamiento comercial del camión en el borde de la crisis del petróleo que acabó con los muscle cars. Fatalmente para el híbrido con motor de locomotora, la industria minera no tenía mucha aprobación por gastos operativos y fiabilidad cuestionable. Según los informes, durante sus primeros cuatro años de servicio, el Terex Titán sufrió tiempos de inactividad frecuentes, aunque hacía ocho viajes al día.
Sin embargo, las cosas mejoraron más tarde y, con un tiempo de actividad promedio del 70 % entre 1978 y 1991, el camión movió suficiente tierra para construir una montaña. Aun así, el prototipo Terex siguió siendo único. Sin embargo, cumplió con su propósito durante 18 años completos. En 1991, se retiró y se exhibe desde entonces como monumento en la Columbia Británica, Canadá. Se puede ver como un monumento público pintado con su librea verde lima original, aunque no tiene motor. No por ello deja de ser impresionante.
Fuente: Excelencias del Motor
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