La división deportiva de Toyota es una de las que más alegrías está dando al aficionado en los últimos tiempos. Mientras otros fabricantes abandonan la combustión y lo apuestan todo por la electrificación, los japoneses han lanzado vehículos tan sorprendentes como el GR Yaris o el reciente GR 86. Pero la familia sigue creciendo con la incorporación del Toyota GR Corolla, un compacto que ofrece un potencial enorme. La mala noticia es que lo más probable es que no llegue a todos los mercados.
Ya se ha confirmado que estará presente en Estados Unidos y en su Japón natal, pero hay muchas dudas respecto a su llegada a Europa. Es muy posible que nos quedemos con las ganas de conducirlo, cuando es uno de los coches más emocionantes de Toyota. Porque el GR Corolla también es prácticamente un vehículo de competición matriculable para calle. Aunque su desarrollo comenzó con el hidrógeno, finalmente se ha optado por una mecánica de gasolina tradicional.
Cuenta con el mismo motor 1.6 Turbo de tres cilindros que monta el GR Yaris, aunque en este caso su potencia se eleva hasta los 305 CV y 370 Nm de par con el objetivo de adecuarse a este tamaño. La parte positiva es que sigue montando una transmisión manual de seis velocidades con la tecnología iMT, además del sistema de tracción total GR-Four 4WD. Eso se traduce en un reparto óptimo de la potencia a través de hasta varios modos de conducción seleccionables. Todavía no se han dado las prestaciones, pero prometen estar a la altura.
A nivel de chasis, el Toyota GR Corolla está más que preparado para ello, pues ha mejorado la rigidez de la carrocería al reforzar varias partes. También se cuenta con un panel de techo de CFRP o frenos de disco con pinzas de aluminio de cuatro pistones delante y dos detrás. El conjunto se queda en 1.470 kg de peso, nada mal teniendo en cuenta su incremento en dimensiones. Ya de base, este ejemplar ha ampliado su ancho de vías 60 mm delante y 85 mm detrás.
Eso hace que su diseño sea más poderoso y deportivo. El GR Corolla destaca por sus paragolpes más prominentes, las tomas de aire donde antes no las había, los pasos de rueda ensanchados para sus llantas de 18 pulgadas o la contundente zaga. Cuenta con un generoso alerón trasero, además de ese difusor en negro que acoge al nuevo sistema de escape. Gana presencia gracias a esas tres salidas, con una central más achatada que se une a las dos circulares de los laterales.
Tampoco se queda atrás su interior, que equipa asientos deportivos, un volante a juego e indicadores específicos en su instrumentación. Aunque probablemente lo que más destaque sean las palancas que adornan la consola central. Por un lado, hay una pequeña con recorridos precisos para cambiar las marchas. Por otro lado, mantiene una palanca de freno de mano tradicional que servirá para llevar el Toyota GR Corolla al límite y controlar las derrapadas.
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