Por mucho que sepas de coches, la industria automotriz global abarca casi infinitos modelos de todas las marcas. Especialmente porque muchas compañías fabrican productos dedicados en función del mercado al que vayan dirigido. Un ejemplo de ello lo tenemos en el Toyota Probox, una especia de vehículo familiar destinado al transporte de cargas voluminosas. Y lo mejor que tiene no es su espacio a bordo, sino su sencillez general.
Como tal, el Probox fue introducido en Japón en 2002 con versiones de cuatro (Probox Wagon) y dos plazas (Probox Van). Este modelo, basado en el también desconocido Succeed de Toyota, se comercializa también en Myanmar, Jamaica, Siberia y Rusia Oriental, y con el volante al otro lado se utiliza ampliamente como taxi en Perú y Bolivia. A finales de 2014, el Probox recibió un rediseño y se convirtió en un reemplazo del Succeed, y desde el 2018 se ofrece un remarcado en su país natal como el Mazda Familia Van.
Realmente, su objetivo es el mercado de los vehículos ligeros comerciales, en lugar del público en general (aunque también sirva para tal fin). Esto se vuelve obvio cuando miras dentro y ves la cabina, que es, cuanto menos, sencilla. El cuadro de instrumentos equivale a un velocímetro de generosas dimensiones con una pequeña pantalla digital debajo y espacio para los testigos a los lados. Nada más presente que pueda distraer la labor de la conducción; ni siquiera equipa un cuentakilómetros, ya que es automático.
Y el salpicadero no es mucho más complejo. Hay un soporte para teléfonos móviles al lado del volante, muy útil para labores de transporte donde hay que poner el GPS. Porque en verdad no hay un sistema de información y entretenimiento con navegación, e incluso el equipo de audio viene como dotación opcional. Aunque esto no es infrecuente en Japón, donde los modelos de bajo coste (low cost) como el Probox dejan en manos de los propietarios seleccionar uno para instalarlos después de la compra del vehículo.
Los controles de climatización son sencillos y fáciles de entender, con dos paneles de control circulares para cambiar la temperatura y la configuración del ventilador. Una pantalla naranja muestra las selecciones. Ciertamente, aporta un toque más moderno al conjunto que los diales circulares clásicos o las barras horizontales (aunque esto es más de los 80). También podemos ver distintos huecos portaobjetos, una bandeja extensible justo en la sección central y varias superficies para alojar carpetas y documentación.
A nivel mecánico, el Toyota Probox está disponible con un motor de 1.3 litros y cuatro cilindros con 95 CV, un 1.5 que genera 109 CV y una opción híbrida de 115 CV basado en el tren motriz del Yaris Hybrid. Todos los modelos utilizan una caja de cambios continuamente variable (CVT) y se puede equipar con una opción de tracción delantera o tracción total, dado que también es viable su uso sobre terrenos montañosos y carreteras no asfaltadas para los mercados recién mencionados unas líneas más arriba.
Ahora bien, solo hemos sabido del Probox porque Toyota acaba de anunciar una expansión en la alineación. El nuevo acabado “GX” se lanzará en su país natal el 6 de enero de 2022. Tendrá comodidades como ventanillas delanteras eléctricas, espejos eléctricos plegables, una salida para accesorios AC100 V/100 W y cristales tintados. Si deseas un toque algo más llamativo, el departamento de Toyota Racing Development (TRD) ofrece un difusor al frente, luces claras y diferentes diseños de llantas de 14 pulgadas.
Dada su simplicidad, el asequible precio del Toyota Probox no debería ser una gran sorpresa. Las tarifas van desde los 1.491 millones de yenes (11.520 euros al tipo de cambio actual) hasta los 2.014 millones de yenes (15.560 euros). El nuevo acabado GX encaja en el medio, con 1.790 millones de yenes (13.830 euros). Estos precios son antes de la tarifa de reciclaje de vehículos de Japón, por lo que, entregando un viejo coche, te pueden hacer un suculento descuento. ¿Es esta una alternativa que muchos elegirían en Europa?
Fuente: Toyota
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