Hace unos meses os enseñábamos el Hawk Sport Coupé de 1958, el último de los grandes coches fabricados por la mítica marca de coches estadounidense Packard, situada en Detroit, la ciudad más grande del estado estadounidense de Míchigan. Pues bien, lo que os contamos ahora va mucho más allá, ya que ha saltado la noticia que un español, Fernando Palazuelo, está interesado en comprar las instalaciones que ocupaba Packard en la ciudad del motor estadounidense.
Y, ¿cómo es que un español ha comprado esta empresa? Como hemos visto en los últimos tiempos, la cuidad de Detroit, también conocida como la ciudad del automóvil, ha ido abandonándose poco a poco, hasta el punto de convertirse en la mayor ciudad norteamericana en declararse en quiebra y pedir amparo legal ante esta situación.
La antaño floreciente ciudad tiene hoy 75.000 casas abandonadas y solo 27.000 empleos relacionados con la industria automotirz. Detroit ha pasado de ser la cuarta mejor ciudad del país a ser la urbe más peligrosa. El crimen y los problemas de la industria automotriz han provocado que la población de Detroit se quede, cada vez, con menos gente, ya que buscan oportunidades en otros lugares.
Para el gobernador del estado de Míchigan, Rick Snyder, los habitantes de Detroit merecen un plan que les permita salir de la espiral que los arrastra hacia servicios públicos cada vez peores. Revertir esta situación es parte de la idea de Fernando Palazuelos, un empresario de 58 años de edad.
Todo comenzó cuando Palazuelo leyó que la ciudad de Detroit tenía una deuda de 13.500 millones de euros. Hasta ese momento Palazuelo no había oído hablar nunca de que Detriot estaba en crisis, ya que pensaba que esta ciudad estaba a la par que Miami o Boston y era una ciudad sin problemas. Fue entonces cuando se dio cuenta que esta ciudad podría ser un buen lugar para repetir el modelo de Lima.
A Lima, capital de Perú, Palazuelo llegó en el año 2004. Este español estudia las ciudades por Internet y, si tienen potencial, viaja para verlas. Por aquel momento, Palazuelo vio que la capital de Perú podía crecer e inmobiliariamente, y era muy barato. Creó la empresa Arte Express, que restaró 22 edificios para convertirlos en oficinas. Desde 1985, este español ha rescatado de la muerte 110 joyas arquitectónicas de Madrid, Barcelona, Bilbao y Mallorca (España), cinco de Bhaktapur (Nepal) y diez del Centro Histórico de Lima, por lo que se ganó el apelativo de «El conquistador del centro».
Ahora, Palazuelo ha adquirido la histórica fábrica por casi 300.000 euros. Según sus palabras, no quiere demoler el lugar, sino reconstruirlo, ya que en los últimos años se ha utilizado esta planta de Detroit como un plató de cine, un lugar para jugar al paintball y un sitio para las raves y realizar graffitis. La idea de Palazuelo es convertir la planta en un centro de negocios para proveedores componentes de automoción, además de oficinas, lofts, tiendas, e incluso una pista de karting.
Pero el español lo tiene claro. Según él, el rejuvenecimiento de la planta de Packard revivirá el lado este de Detroit, una ciudad que ha pasado de tener una población de 1,8 millones en 1950 a contar con apenas 700.000 habitantes. «Sería muy positivo para Detroit crear una especie de centro de alta tecnología, como el que existe en Silicon Valley en California», asegura Palazuelo, que planea vivir in situ para demostrar que su compromiso con el proyecto va en serio.
Vía: Bloomberg