China nos está salvando el culo. Es uno de los países con mayor cantidad de dinero en metálico y gracias a la divina providencia están invirtiendo buena parte en comprar nuestra deuda, amortiguando así los ataques especulativos que pretenden hundir todavía más nuestra economía. Vamos por tanto a intentar ser lo más respetuoso posibles porque no se debe morder la mano de quien te da de comer.
La globalización tecnológica nos permite conocer cada día las estupideces que ocurren en todo el planeta, pero lo que pasó hace unos días en la provincia china de Shaanxi, al oeste del país, podría llevarse la palma en un hipotético ranking de delirios.
Una cuadrilla de obreros que estaba realizando trabajos de mejora en una autopista, no tuvo una mejor ocurrencia que levantar un muro de ladrillos de un metro y medio de altura, según ellos, para protegerse de los vehículos. El problema es que no colocaron ninguna señal de aviso y durante la noche, decenas de coches, se estamparon contra la pared a una velocidad media de 100 km/h.
Afortunadamente no ha habido muertos, aunque sí un número indefinido de heridos de diferente consideración. La página británica de Orange recoge el testimonio de uno de los afectados, Zou Tieqin un ciudadano de 42 años que “iba con mi familia en el coche, y de pronto, los faros, iluminaron la pared.
Frené a tope pero no me dio tiempo de evitar el impacto, así que chocamos de frente. Si estamos vivos es gracias a los airbags del coche, pero cuando salimos vimos un montón de coches destrozados, así que después de todo tuvimos suerte”.
El colmo, es que lejos de derribarlo, los obreros reconstruyeron el muro cada vez que tras el impacto de un vehículo, se venía abajo. Los afectados ya han anunciado que piensan tomar medidas legales contra la empresa responsable de las obras.
Vía: Orange