Hace 40 años, el 21 de agosto de 1974, el Volvo 240 era mostrado a los medios de comunicación por primera vez. Desde la sede central de la marca sueca en Torslanda, los periodistas viajaron en avión a la pequeña ciudad de Borlänge, donde una fila de Volvo 244 GL estaban esperandóndolos. Todos eran naranjas (un color muy típico en aquella época), y su interior era de la misma tonalidad.
Aquel año había sido muy bueno para Suecia. En primavera ABBA había ganado el Festival de Eurovisión con Waterloo, y dos meses antes Björn Borg, con apenas 18 años, ganaba Roland Garros. Y como no hay dos sin tres, el Volvo 240 se convertiría en uno de los modelos de más éxito de la marca. En los 19 años que estuvo a la venta, se produjeron 2.862.573 unidades hasta 1993, lo que lo convierten en el Volvo más producido de la historia. La gran mayoría (2.685.171 unidades) era de la serie 240, mientras que 177.402 pertenecían al Volvo 260, la serie más exlusiva.
El Volvo 240 fue una evolución de la serie 140, pero con numerosos cambios. Exteriormente, tenía un frontal inspirado en el coche de seguridad VESC que se había presentado dos años antes, con grandes parachoquesque lo hacían 13 cm más largo que la serie 140. Incluía los reposacabezas de celosía, una de sus señas de identidad. Bajo el capó, contaba con el motor B21, con una versión de carburador con 97 CV y una versión de inyección de combustible que rendía 123 CV. Tenía suspensiones delanteras MacPherson y dirección de cremallera y piñón.
Poco después, en octubre de 1974, llegaba a la cadena de montaje el Volvo 260, la serie más exclusiva, que originalmente contaba con dos versiones, DL y GL, comenzó. El Volvo 264 contaba con un motor V6 de 2.7 litros y 140 CV de potencia. Denominado B27 según su código interno, este propulsor fue construido en Douvrin, al norte de Francia y fue el resultado de una colaboración entre Volvo, Renault y Peugeot.
Durante su período de producción, el Volvo 240 se puso a disposición con una variedad de opciones de motor. En el modelo de 1979, por ejemplo, llegó un motor diésel de seis cilindros desarrollado en colaboración con Volkswagen. Tambuién contó con un motor diesel de cinco cilindros en algunos mercados… y en 1981 se lanzó el Volvo 244 turbo con 155 CV. El gran demanadado en el mercado de coches de segunda mano, llegaría algo más tarde, el Volvo 245 turbo (con carrocería station wagon o familiar, ya que el último número indica el número de puertas).
A lo largo de los años, el Volvo 240 se produjo en una infinidad de versiones. Además de las versiones de dos, cuatro y cinco puertas, también hubo una versión coupé exclusiva, el 262C, construido por la firma italiana Bertone, de la que se fabricaron 6.622 vehículos entre 1977 y 1981 En el otro extremo de tamaño destacaban la 264TE y la 245T, que alargaban 70 cm la carocería (TE significava «Top Ejecutivo» y era una edición de limusina de lujo, mientras que el 245T se usó, entre otras cosas, para el transporte escolar en las zonas rurales.
El Volvo 240 Turbo también se convertiría en un coche de carreras. El título más importante llegó en 1985, cuando Thomas Lindström y Gianfranco Brancatelli ganaron el Campeonato Europeo de Turismos.
Otro de los puntos a favor de los Volvo 240 fue su reducido nivel de emisiones. En 1976 llegaron los primeros coches con convertidores catalíticos y sondas Lambda. Este avance significaba que 90 % de los gases nocivos, como hidrocarburos, monóxido de carbono, óxidos de nitrógeno… desapareciesen en el convertidor catalítico. Dos años después, el Volvo 240 fue nombrado coche más limpio de los EE.UU. por la Junta de Recursos del Aire de California.
Los diseñadores de Volvo no podían ni sospechar que con el tiempo este modelo haría famosa a la marca, en términos de seguridad pasiva y fiabilidad mecánica, con premios importantes en Europa y Estados Unidos. De hecho, se fabricó durante muchos años más de los previstos inicialmente. Fue tal el éxito que el Volvo 240 también fue producido en Kalmar y en la ciudad belga de Gante.
El último coche salió de la línea en la planta de Torslanda en Gotemburgo, el 5 de mayo de 1993. Quien imaginaría entonces que hoy se le hiciesen homenajes en forma de Volvo 240 de papel que puedes fabricar tú mismo? La entrega de llaves de esa última unidad se convirtió en todo un acontecimiento. Fue CEO de Volvo, Pehr T Gyllenhammar quien realizó la entrega. Propietario de varios vehículos de empresa de la serie aseguró: «Hemos tenido el coche más seguro del mundo, uno de los más valiosos para comprar. Un coche que ya está convirtiéndose en leyenda».
El Volvo 240 se ha convertido en el coche de coleccionista, (el turbo es en particular el más demandado entre los aficionados), con precios cada vez mayores que se pagan para los modelos más comunes en buen estado. Lo mejor es que desde la marca aseguran una buena disponibilidad de piezas de repuesto.
Fuentes: Volvo, Wikipedia
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