Parece que los dirigentes rusos se han cansado de las bondades de las marcas de coches extranjeras y para dar ejemplo han decidido regresar a casa.
Hace ya unos meses que el Kremlin anunció su predisposición a cambiar los coches oficiales, Mercedes o BMW, mayoritariamente, por una reedición de las antiguas limusinas Zil, popularizadas en la antigua URSS.
En colaboración con el fabricante de vehículos Zavod Imeni Likhachova, el Gobierno ruso ha anunciado que empezará a estudiar diseños y prototipos para la fabricación de una nueva limusina presidencial.
Con el final de este año como fecha límite para la presentación de propuestas, el estudio Slava Saakyan ha dado a conocer la suya, en cuyo diseño han participado su fundador y el diseñador del antiguo Zil, y que parece será el elegido.
Una sólida limusina que según sus creadores es un reflejo del poder y la grandeza de Rusia. Diseñada sobre una premisa; dejar a un lado la estética para centrarse en la funcionalidad.
Sobriedad soviética, amplitud y claridad de espacios donde la seguridad, la comodidad y la modernidad, juegan un papel fundamental que además contribuye a la longevidad del diseño.
La factoría Zil, fundada en 1926, es el más antiguo fabricante de vehículos rusos, camiones y autobuses originariamente, y su berlina fue el medio de transporte oficial de los diferentes gobiernos rusos, desde 1936 hasta la década de los 90, cuando Boris Yeltsin decidió sustituirlos por los Mercedes.
Vía : Car Design
Fotos: