Dacia comenzó en 2020 una transformación ejemplar. Se trataba de cambiar la imagen de la marca, desde el logotipo hasta el diseño de los coches, pasando por la llegada de nuevos modelos. El Dacia Spring se convirtió en el primer eléctrico que lanzaban y tenía claro su propósito. Un ejemplar puramente urbano que se ha actualizado recientemente y que viene con algunas mejoras. Nos hemos dispuesto a probarlo para ver cómo puede aportar a los tiempos que corren.
Dacia tiene tres pilares para afrontar el camino de la descarbonización. Apuestan por el GLP como combustible, siempre con la vista puesta en la electrificación y en la ligereza de los vehículos. El Spring tiene dos de esos valores, pues dicen que los eléctricos tienen más sentido en los segmentos de acceso. Del peso hablaremos más adelante. En 2023 fue el tercer eléctrico más vendido en Europa y quiere revalidar desde 17.890 euros sin ningún tipo de ayuda.
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Exterior
Puede que lo del Dacia Spring sea una mera actualización, pero el lavado de cara es ejemplar. Mejora a nivel estético gracias a seguir las pautas vistas en otros modelos de la compañía. Podemos decir sin duda que es un poquito más Duster gracias a un punto de robustez adicional que se aprecia en los cuatro costados. Lleva todos los bajos cubiertos por plásticos negros, incluyendo unas molduras en las puertas y también protecciones tanto en el frontal como en la zaga.
Por la parte delantera lo más llamativo es la franja negra que integra el nuevo logotipo de la marca, con unos adornos cromados a los laterales. Va en línea con la parte superior de las ópticas, con dos módulos diferenciados. En la parte inferior, la moldura plástica va cubierta con unos gráficos que simulan las callas de una ciudad desde una vista cenital. En los pasos de rueda aparecen llantas de 14 o 15 pulgadas, algunas de nuevo diseño y color negro.
Hablando de la paleta de colores, el Dacia Spring puede teñir su carrocería de seis tonos, entre los que destacan los nuevos Beige Safari y Rojo Arcilla. Hacen contraste con los retrovisores en esta versión Extreme y también con el adhesivo que reza el nombre del modelo en el pilar C. Ya en la zaga, en el centro del portón vemos una máscara negra que sirve para recoger el nombre de la marca y para integrar los pilotos traseros. En la parte baja se hace exactamente el mismo juego que en el frontal, con esa moldura decorada.
De lo que quedan pocas dudas es de que el Dacia Spring se trata de un SUV del segmento A. Es de los pocos modelos de este tamaño que queda en la actualidad y sorprende con una longitud de apenas 3,7 metros. También habría que aclarar que 2,42 metros corresponden a la distancia entre ejes, que su anchura es de 1,58 metros y su altura de 1,52 metros. De hecho, da una sensación rara ver un coche tan estrecho y alto.
Interior
El interior del Dacia Spring también sufre una renovación importante. Ahora es más tecnológico y conectado, adaptándose a los tiempos que corren. La pantalla táctil de 10 pulgadas opcional (de serie son 7 pulgadas) que ocupa la parte central del salpicadero es más grande que la anterior. También tiene unas funciones mejoradas que pasan por la navegación conectada y también la integración con Android Auto y con Apple CarPlay sin cables, algo que otros ejemplares de precio superior todavía no tienen.
Además, nos congratula ver que se mantiene la lógica mediante unos controles analógicos para la climatización. Es cierto que no podemos seleccionar los grados de temperatura, solo frío o calor, pero se hace a través de unas ruletas muy sencillas de operar y que no nos robarán atención.
Desde el puesto del conductor podemos ver un nuevo volante, que es de un tamaño notable teniendo en cuenta este interior pequeño. Tiene botones para controlar la instrumentación digital de 7 pulgadas, algo simple si comparamos con otras.
En general podemos decir que la posición de conducción del Dacia Spring es bastante elevada y poco personalizable. Es fácil encontrar una postura ideal, pero no permite modificar la altura del asiento y tampoco la profundidad de la columna de la dirección (solo la altura). Otro detalle que muchos no reconocerán de primeras son las pequeñas fijaciones para los accesorios YouClip, que pueden ayudar mucho a los usuarios.
Lógicamente en el habitáculo del Dacia Spring se va a apreciar un nivel de calidad bastante justo. Son plásticos duros en su totalidad y hay detalles que dejan que desear, como dejar a la vista algunos remaches. Los elementos en blanco son tintados en masa y también hay alguna pieza decorativa en el acabado Extreme. Probablemente lo más destacado sea el tacto del volante y también la tapicería de mixta.
En cuanto a la segunda fila de asientos, el espacio es algo limitado. Es lo esperado en un coche de 3,7 metros con un acceso justo a través de las puertas por su ángulo de apertura. El hueco que queda para las piernas es correcto para usuarios no demasiado altos, pero el que hay para la cabeza será insuficiente para aquellos que midan más de 1,75 metros. La plaza central es más estrecha y carece de forma, así que podríamos decir que cinco solo podrán salir del paso en trayectos cortos.
Maletero
El maletero del Dacia Spring, por el contrario, deja buen sabor de boca. Crece hasta los 308 litros de capacidad, por lo que estaría claramente por encima de la media e incluso se acercaría a segmentos superiores. Hay que destacar que opcionalmente se puede sumar un maletero delantero, el conocido frunk, con 35 litros para desbloquear adicionales. En el caso de necesitar todo el espacio disponible, bastará con abatir los asientos traseros en dos partes (60:40) para conseguir un máximo de 1.004 litros.
Motor
La gama mecánica del Dacia Spring está formada por dos versiones bien diferenciadas. Hay dos motores eléctricos de capacidad justa disponibles, el de acceso con 45 CV para aquellos que no necesiten mucho rendimiento. Un escalón por encima aparece el motor de 65 CV que mejora las capacidades y da un extra de confianza. El tope de gama se ofrece con los acabados Expression y Extreme, mientras que el de acceso solo con el más básico.
En los dos casos se comparte la misma batería. Es una de LFP con 26,8 kW de capacidad que le permite ser liviano y ofrecer niveles de autonomía suficientes. El Dacia Spring homologa hasta 225 km de autonomía indistintamente de la versión, pues curiosamente el consumo es inferior en el motor más potente. La batería acepta varios tipos de recarga. En una toma doméstica se carga en 11 horas, en una de 7 kW en 4 horas y llega hasta los 30 kW en corriente continua de forma opcional para pasar del 20 al 80 % en 45 minutos.
Comportamiento
Nos ponemos al volante del Dacia Spring en su variante tope de gama. Aunque 65 CV pueden no parece mucho, son suficientes para un vehículo con un marcado carácter urbano. De hecho, entre semáforos y en incorporaciones no acusamos falta de potencia en ningún momento. Esta versión presume de una aceleración de 0 a 100 km/h en 13,7 segundos, que no es para tirar cohetes. Sin embargo, las recuperaciones son buenas.
La clave de todo podría estar en las premisas que seguía Dacia en su carrera por la descarbonización. Están tratando de hacer vehículos ligeros, algo que parecía estar reñido con la electrificación. Este pequeño eléctrico está precisamente para desmentir esa creencia al homologar un peso de 984 kg en vacío, lo que es una cifra muy interesante para un eléctrico. Presume de solo haber sumado 6 kg con la actualización y su comportamiento depende de esto.
Que digamos que el Spring es un vehículo puramente urbano se debe precisamente a que ese es el ámbito que le hace destacar. En la ciudad se siente como pez en el agua, pues hace gala de una agilidad sobresaliente y se mueve con soltura. Las maniobras son coser y cantar, pues además ofrece un radio de giro de 4,8 metros que es el mejor de su clase. En vías rápidas no se comporta mal, pero pierde esa ventaja respecto a otros.
También subirán sus consumos, con una cifra de homologación de 13,5 kWh/100km en esta versión. Durante nuestra ruta cruzamos todo el centro de Madrid sin preocuparnos por las restricciones y comprobamos lo favorable de ese terreno para el Dacia Spring. También salimos por las circunvalaciones que rodean la ciudad y dejamos un consumo en torno a los 14 kWh, que no está nada mal teniendo en cuenta las circunstancias.
Dejar claro que ese consumo se puede mejorar con una conducción eficiente, que ahora por primera vez incorpora un modo B para que la retención sea mayor. Aunque la posición de la palanca de cambios no termina de convencer por lo baja que está, se puede sacar partido en atascos a la B. Para terminar diremos que se nota que la dirección asistida cuenta con una nueva puesta a punto, pues aumenta la precisión y la respuesta es más natural.
Opinión coches.com
Tras probar el Dacia Spring hay que reconocer que es un eléctrico que tiene todo el sentido del mundo. De hecho, es de los eléctricos más lógicos para cubrir las necesidades de aquel público urbano. Para clientes que recorren alrededor de 50 kilómetros al día en trayectos por ciudad no necesitarán mucho más que esto. Desde la marca comentaban que sus clientes recorren una media de 37 kilómetros diarios y hacen el 75 % de las cargas en casa, así que si entras en esa descripción es momento de planteárselo.
El Spring llega con una actualización que le hace madurar en el apartado estético y evolucionar en el tecnológico. Es un vehículo más completo y podríamos decir que es el eléctrico que más da por menos dinero. Al precio que anunciamos de 17.890 euros se le pueden aplicar los descuentos del Moves y campañas para quedarse por debajo de la barrera de los 10.000 euros. Además, la marca está adelantando el plan Moves sin intereses.
- Mejora tecnológica
- Consumos bajos
- Precio asequible
- Calidades interiores
- Prestaciones justas
- Carga rápida opcional
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