Hay que reconocer que ciertas imágenes, por incomprensible que parezca, producen a nuestro cerebro un placer visual inexplicable, como que algo encaje a la perfección, figuras perfectamente simétricas, objetos alineados con precisión casualmente u ordenados cromáticamente… El caso de este vídeo es el mismo. En cinco minutos a cámara rápida se puede contemplar el complejo proceso de reconstruir un viejo motor Hemi como si de jugar al tetris se tratara. Cuando termines de verlo, sentirás que se te acaba de revelar la complejidad de la mecánica de manera tan simple que querrás intentarlo.
El motor que protagoniza el proceso es un Chrysler Hemi FirePower, que hicieron su primera aparición en los 50. El nombre Hemi, construidos por Chrysler en series de V6 y V8, proviene de la forma de la cámara de combustión: es hemisférica.
Esto permite mayor rendimiento del motor sin necesidad de comprimir tanto el combustible, por lo tanto estos motores funcionan con gasolinas de bajo octanaje, lo cual fue muy útil en la época de posguerra. Durante la Segunda Guerra Mundial, Chrysler creó dos grandes motores hemisféricos; uno fue un V12 para su aplicación en tanques y el otro fue un V16 que funcionaba boca abajo para la industria aeronáutica. Ninguno llegó a producirse, no porque no fueran buenos, sino porque en ese momento había asuntos bastante más importantes que resolver.
En los años 50, los motores Hemi los montaban los coches Chrysler, DeSoto y Dodge. Hoy en día han evolucionado y se han mejorado. Si os interesa la historia del Hemi, en Allpar la podéis encontrar (en inglés) de manera maravillosamente explicada y documentada.
El motor en particular que muestra el vídeo es desmontado por completo, limpiado y vuelto a montar. Pero durante el proceso hay mucho más.
Vía: Jalopnik