Al principio, cuando la industria del automóvil daba sus primeros pasos, había un problema cuando el coche tenía que girar. Si dos ruedas están ancladas a un único eje fijo, a la hora de realizar un giro una de las ruedas tendría que girar a mayor velocidad que la otra para mantener la tracción sobre el suelo.
La rueda del exterior debería girar más rápido, porque recorre una mayor distancia que la del interior. Si el giro es muy cerrado la rueda exterior sufre más fricción contra el firme y pierde tracción. ¿Y cuál es la solución para que ambas ruedas rueden sin problemas, y además a velocidades diferentes? La respuesta es el diferencial, que ajusta la velocidad de las ruedas unidas a un eje solidario, para que no se produzca pérdida de tracción.
Como ves, es un mecanismo fundamental en la seguridad vial. Parece que no surgió con la industria automovilística (aunque lógicamente lo mejoró). Sus inventores feron los chinos, que hace ya 3.000 años ya utilizaban un mecanismo diferencial en sus carros. La historia viene de largo.
Gracias al diferencial la conducción es más predecible, los neumáticos se gastan menos y no hay tensiones extra en chasis y ejes, así que, en definitiva, tenemos una conducción más segura. La verdad es que explicar el mecanismo de un diferencial suena complicado, pero hemos encontrado un vídeo (en inglés, pero perfectamente entendible) que explica lo más básico de un sistema que resuelve un problema complejo de una forma muy sencilla. Pero con este vídeo de 1937, subido a YouTube por USAutoIndustry, podrás presumir de saber algo de mecánica.
Por cierto, si quieres, puedes pasar directamente dos minutos. Solamente te perderás unas escenas en los que varias motos de policía se mueven al unísono pero que no son claves para entender el funcionamiento del diferencial:
Vía: Hemmings