Todos los vehículos van equipados hoy en día con espejos retrovisores antideslumbramiento, una solución que evita deslumbramientos de noche: con tan sólo realizar un simple movimiento con la mano, las luces de los coches que vienen detrás dejan de molestarte. No esperes complejas tecnologías detrás de esto, se trata de un efecto óptico muy sencillo que te intentaremos explicar de forma igual de sencilla.
Resulta curioso ¿verdad? Tocas el espejo y desaparece el deslumbramiento, aunque se sigue viendo lo que sucede en la carretera. Vayamos por partes. En esta primera imagen puedes ver cómo funciona un espejo retrovisor clásico. Hay un espejo y se ve como si se tratase de un espejo convencional.
En un espejo retrovisor con sistema de antideslumbramientoel vidrio frente al espejo está algo inclinado. Esto elimina uno de los dos reflejos que emiten los espejos convencionales (no siempre visibles). La imagen que vemos proviene de la superficie del espejo, mno del vidrio.
Y llegamos por fin al quid de la cuestión. De noche, cuando molestan las luces de los coches detrás, un leve movimiento del espejo nos permite ver samente el reflejo de la luz en el vidrio, que es mucho más débil, aunque nos sigue permitiendo ver la carretera y los coches.
Esto es así porque el espejo del retrovisor es en realidad un prisma: la cara exterior está normalmente inclinada y es de un tipo de espejo que refleja poca luz. El espejo principal está dentro y es el que refleja normalmente casi toda la luz y permite ver las imágenes «normales».
Cuando por la noche se usa el espejo secundario en lugar del principal su capacidad para reflejar la luz se reduce al 4%: casi toda la luz rebota en el espejo principal y muy poca llega desde el secundario hasta los ojos del conductor. Por esta razón la luz brillante de los faros se reduce a meras pequeñas luces. Esto permiten ver al resto de vehículos, pero sin sufrir el deslumbramiento.
Los espejos fotosensibles
Las marcas de coches están poco a poco sustituyendo esos espejos retrovisores con la palanca que realiza este efecto óptico con un getso de mano por los retrovisores fotosensibles. En lugar de la palanca inferior incluyen una especie de pilotos (uno de ellos suele estar encendido con una luz verde), algunos con un botón pulsador de encendido y apagado. Suele ser algo más gruesos, ya que en este tipo de espejos hay cuatro capas en lugar de dos: un par de láminas de cristal electrocrómico, entre las que hay un electrolito y una capa reflectante, que es la que hace la función del espejo.
A cada lado de la carcasa del retrovisor se ubican unos sensores lumínicos, que miden la cantidad de luz delante y por detrás del espejo. Si fotosensores detectan una mayor intensidad lumínica en la parte frontal del espejo (detrás del coche la luz es más potente que delante), se aplica una determinada tensión eléctrica al electrolito que hay entre los dos cristales. Esta tensión oscurecer el electrolito y la imagen reflejada en el espejo pierde intensidad, como si contase con unas gafas de sol. Se oscurecen en apenas seis segundos y para aclararse también aplican electricidad (tarda algo más en aclararse, en torno a 10 segundos). Apenas aplican 1-3 voltios de tensión (como una pila) y su consumo de energía es muy bajo. En este vídeo puedes ver bien cómo se oscurece al aplicar electricidad:
Una ventaja de este sistema es que también pueden utilizarlo los retrovisores exteriores (ya son así los coches de alta gama). En la mayor parte de los casos actúan del mismo modo y se activan solidariamente con el espejo interior, activados con el mismo sensor. Se distinguen porque muchos cuentan con una línea en la parte superior: es el límite de la zona electrocrómica.
El problema que tienen es que es resulta más caro (y no es tan sencillo encontrar repuestos de segunda mano, por ejemplo) pero merecen la pena ya que facilitan una conducción de noche segura. Si tienes uno en el coche y quieres asegurarte de que funciona bien, cubre con el dedo el sensor posterior, el que mira hacia delante del coche. Debería empezar a oscurecerse ya que en la parte delantera hay menos luz. Si no lo hace, ilumina con una linterna el sensor frontal. La idea es simular que se circula de noche (con coches que vienen detrás).
De cara al futuro, no debemos olvidarnos del retrovisor inteligente de Nissan, que integra una pantalla y que es capaz de evitar puntos ciegos y obstáculos.
Vía: Circula seguro
Gráficos: Curioso pero inútil