El Ferrari 333 SP es uno de esos modelos de competición de la casa del cavallino rampante más desconocidos quizá. De hecho, en el primer golpe de vista uno percibe que no es el tipo de coche en el que uno ve los rasgos de la firma con sede en Maranello. Sin embargo, no hay que desmerecerle tampoco, ya que se trataba de una máquina V12 muy seria.
El 333 SP fue creado como un prototipo para el la clase World Sports Car del Campeonato IMSA GT, la cual reemplazó a los GTP. En otras palabras, el arma de Ferrari para sucumbir a los encantos del Grupo C y vencer en el mundial de resistencia tras 20 años en las sombras. Presentado a finales de 1993, Ferrari hizo solo 40 unidades. Pero no correría bajo el apoyo de fábrica, sino que fue diseñado solo para clientes. El impulso del proyecto fue cortesía de Giampiero Moretti, fundador de Momo, y de Gian Luigi Buitoni, presidente de Ferrari North America.
Gran parte del trabajo de diseño del chasis y de la carrocería se realizó en el túnel de viento de Dallara. Siguiendo las regulaciones de la época, el 333 SP presentaba un fondo plano. Se utilizó la fibra de carbono y otros compuestos para el chasis y la carrocería, lo que resultó en una construcción monocasco muy ligera y rígida. De hecho, dicha estructura rodante no era muy diferente de los diseños contemporáneos de los monoplazas de Fórmula 1, excepto por el incremento de anchura para acomodar a un “pasajero”.
Todos y cada uno de los 333 SP construidos se movía con una versión modificada del V12 atmosférico de 4.0 litros utilizado en el monoplaza de Fórmula 1 de 1990, el 641. Este motor de altas revoluciones podía generar 650 CV y está acoplado a una transmisión secuencial de cinco velocidades que impulsa las ruedas traseras. Con una línea roja mucho más allá de las 10.000 rpm, el V12 generaba un sonido agudo, puro desde el ralentí hasta sus revoluciones máximas. En Spa-Francorchamps se podía oír alrededor de toda la pista.
Fue durante la tercera ronda del Campeonato IMSA GT de 1994 en Road Atlanta que el 333 SP hizo su debut. Consiguió la victoria y en la siguiente ronda en Lime Rock, aseguró los tres lugares en el podio. Los éxitos del coche continuaron en 1995 cuando ganó las 12 Horas de Sebring y reclamó los campeonatos de constructores y pilotos. Ferrari continuó compitiendo con el 333 SP durante varios años más y también se hizo con el oro de los campeonatos de coches deportivos de la FIA (1998, 1999, 2000 y 2001).
El rendimiento y la gran fiabilidad del 333 SP lo convirtieron en una elección popular entre los corredores de autos deportivos. 40 ejemplares es una cantidad increíble para cualquier prototipo de carreras, y mucho más para un Ferrari de competición. Algunos se vendieron directamente a coleccionistas y ni siquiera han corrido, pero es sabido que los primeros 14 coches fueron construidos por Dallara, y los siguientes 26 por Michelotto. Muchos de ellos fueron, posteriormente, modificados por los propietarios.
El ejemplar presentado aquí es el chasis #034, y recientemente se dirigió a la pista durante los eventos Monza Historic y Dix MilleTours celebrados durante la serie Endurance Racing Legends. A lo largo de este vídeo, se puede ver al conductor llevando el prototipo al límite, claramente sin preocuparse por su rareza y valor. Y no solo es rápido, sino que la cacofonía producida por su corazón de 12 cilindros es embriagadora, un gran motivo por el que los mundanos mortales debemos tener en cuenta este Ferrari.
Fuente: 19Bozzy92
Vía: YouTube