Los coches autónomos son ya casi una realidad. Los fabricante de coches apuestan firmemente por ellos y creen que formarán parte de nuestra vida cotidiana en un futuro. Actualmente las prueba siguen avanzando y han conseguido legalizarse en algunos lugares del mundo. Pero la gente de a pie sigue sin confiar en la conducción autónoma, ya sea por desconocimiento de causa o por falta de confianza en su tecnología.
Intel, el fabricante de procesadores, también está ligado a este mundo y desarrolla sistemas para seguir mejorando el coche autónomo. Para la marca americana es importante la aceptación del público y por ello llevó a cabo un estudio para que la gente montara en uno de sus coches sin conductor y comprobar sus sensaciones. Para ello seleccionó grupos de personas que no hubieran tenido experiencia con coches autónomos previamente.
Según Jack Weast, unos de los responsables de la conducción autónoma en Intel, la gente no quiere delegar el controlen una máquina por falta de confianza. Al principio sensaciones no son naturales y se encuentran incómodos ante la novedad. Intel confía en ganarse la confianza a través de una tecnología ‘amigable’ y cercana. Poco a poco gracias a la interacción con el vehículo, la seguridad de los pasajeros fue en aumento.
El objetivo que busca la compañía es que el día de mañana montar en un coche autónomo sea de lo más normal y que la gente pueda ir preocupándose de otras tareas mientras el vehículo les lleva. En definitiva y de las propias palabras de Weast, «mejorar su calidad de vida«. Aunque en este tema hay división de opiniones, es una realidad que su desarrollo va en aumento y que en los próximos años veremos cada vez más coches autónomos en las carreteras.
Fuente – Intel