La introducción del airbag en los coches nuevos se puede considerar todo un éxito. Se trata de un dispositivo que salva vidas y que minimiza las lesiones que se pueden producir en un impacto en el que el coche carezca de esta protección. No hay nadie que niegue la revolución que ha supuesto para la seguridad y todo esto ha sido repetido hasta la saciedad.
Pero también es cierto que con la crisis muchos talleres han denunciado que los conductores prefieren no arreglar el airbag después de un accidente o directamente retirarlo por los costes de mantenimiento. ¿Merece la pena quitarlo? No, pero no solo es peligroso retirar el airbag, es igual de peligroso no tenerlo en perfecto estado.
El airbarg solo se despliega cuando el coche sufre un accidente gracias a unos sensores que tienen en cuenta el nivel de deceleración y la magnitud del choque. Es entonces cuando el sistema decide qué airbags desplegar. Lo importante, eso sí, es que el coche sea capaz de adelantarse a que el cuerpo reciba el impacto, porque es la clave para que su función se cumpla.
Con que el dispositivo se active una milésima de segundo más tarde de cuando debería, las consecuencias pueden ser desastrosas. Si miras este vídeo, han tomado como ejemplo una sandía para que te hagas una idea de lo que puede pasar si es tu cuerpo el que colisiona, en un accidente, contra el volante o el salpicadero.
Vía: Road and Track