Nos ha encantado la imaginación de la organización Animal Welfare Group de Auckland (Nueva Zelanda). Están enseñando a los perros a conducir con una finalidad hermosa: si la gente es consciente de su inteligencia, quizá se anime a adoptarlos.
Y no es una broma ni un vídeo viral. En esta autoescuela canina primero les ensñan a responder a las señales de los adiestradores apretando una serie de dispositivos, que se corresponden con la palanca de cambios, el volante, el freno de mano… Una vez aprendido pasan a la segunda lección, con un carro de madera a baja velocidad y en espacios cerrados.
Después de siete semanas, ya pueden practicar en un coche, un Mini Countryman Cooper S adaptado para que sus patas lleguen a los pedales. El schnauzer Monty, la beardie de un año Ginny y el collie de diez meses Porter realizaron una demostración en la televisión neozelandesa. Estos canes se suben al coche, lo arrancan, meten la primera marcha y pisan el acelerador. Alucinante:
La directora del centro Auckland SCPA, Christine Kalin, declaró al diario New Zealand Herald: «Creo que a veces la gente piensa que, como el animal que están adoptando ha sido abandonado, es un animal de segunda clase. Los perros han conseguido grandes logros en apenas ocho semanas de entrenamiento, lo que demuestra todo el potencial que tienen los perros de nuestra protectora como mascotas familiares».
Fuente: Driving Dogs
Foto: Jack FM