¿Qué tienen los Volkswagen clásicos que nos hacen sentir tan nostálgicos? Tal vez la enorme popularidad de la que gozaron hace más de cinco lustros tenga algo que ver, dado que la legión de entusiastas que hay detrás es digna de mención. Ya no solo por creaciones únicas como el Beetle “Vochol”, sino por auténticas monstruosidades (en el buen sentido) como el Escarabajo más grande del mundo. Y, bueno, hoy traemos al que sería su compañero “Walter”, el autobús Volkswagen también más grande del mundo.
El vehículo fue una vez un Walter Crash Truck de 1963, estacionado en la Base de la Fuerza Aérea Luke, Arizona (Estados Unidos) y diseñado para rociar espuma en aviones accidentados. Después de ser declarado inadecuado para esa tarea, pasó por varios propietarios antes de que fuese comparado por Kirk Strawn y lo llevara en camión a Scottsdale desde Jerome, dado que su motor de gasolina era capaz de tragar más de 150 litros de combustible por cada 100 kilómetros (sí, es verdad, no sobra el cero); pensemos que la Crisis del Petróleo no llegaría hasta 1973.
Tras ser utilizado brevemente como camión de bomberos, en 2003, el actual propietario se lo encontró en la mina Gold King de Jerome, y se le rompió el corazón al verlo. Este camión enorme y cuadrado había sido abandonado para que se pudriera a la intemperie, después de todos los años de servicio. Como explica en una entrevista con Barcroft Cars (disponible más abajo), lo compró y comenzó a trabajar en él. La razón que vio en él fue su similitud con la Volkswagen T1, alias el “bus hippie”, y se le ocurrió fabricar el ejemplar más grande del mundo.
El autobús como tal mide 9,35 metros de largo, 4,02 m de alto y 2,53 m de ancho, y pesa 8.845 kilos. Para dar energía a semejante mole, hay un generador de 7.000 W, un equipo de audio de 360 grados con 85 altavoces (muchos de ellos ocultos a la vista) y cuatro amplificadores, así como sincronización inalámbrica de audio e iluminación, una cabina para el DJ y una máquina de humo. Y para poner la guinda a la fiesta, más de 20.000 luces LED de colores lo adornan por dentro y por fuera. “Walter”, en resumen, es el perfecto compañero de fiesta móvil.
Strawn necesitaría tres años y un equipo de hasta 100 personas para construir un nuevo vestido para “Walter”. El chasis original se mantuvo, pero todo lo demás se desmontó para integrar una carrocería hecha a medida. A momento presente, el camión ha dejado atrás sus días heroicos y hace de maestro de ceremonias: ha estado en el Burning Man unas 11 veces, e incluso participó en eventos para Google y SpaceX. Puede que sea un autobús grande y de aspecto gracioso, pero se mueve en círculos selectos y está tanto con los jóvenes como con los mayores.
“Walter” puede transportar cómodamente hasta 50 personas. Hay una gran plataforma para fiestas que está situada en lo que habría sido el techo del viejo camión, y la cabina del conductor está por encima de la original. El mecánico Nate Matzenbacher menciona casi al final del vídeo que conducir este enorme bus es como conducir un edificio de dos pisos, desde la ventana del segundo piso. “Generalmente. tenemos observadores y caminantes que nos acompañan, y se aseguran de que nadie camine debajo de una llanta o algo así”, explica el mecánico.
En cuanto a lo que hay bajo el capó de esta enorme pseudo Volkswagen T1, hay un propulsor de gasóleo de 335 CV de potencia asociado a una caja de cambios manual de tres velocidades con embrague de aire y convertidor de par. Desconocemos las cifras prestacionales, o siquiera lo que puede llegar a consumir, pues ni Strawn ni Matzenbacher mencionan nada al respecto salvo que tiene un depósito de gasolina de 151 litros. Cuando tienes una plataforma de fiesta rodante de este calibre, probablemente sean datos que no aparecen en la lista de prioridades.
Strawn dice que le encantaría intentar construir otro vehículo igual de loco, pero lo que no parece es estar listo para despedirse de “Walter” por el momento. Este camión con forma de autobús Volkswagen no solo es una buena excusa para iniciar una conversación, también es su sustento: puedes alquilarlo para fiestas e incluso como transporte de ida y vuelta a otros eventos, incluidos los corporativos. No existe ningún ánimo de lucro con esta máquina, ha sido creada con motivo de ser vista y disfrutada por todo aquel que tenga la oportunidad de acercarse a ella.
“Realmente, solo tenía un propósito [el camión], y era salvar vidas, así que es divertido verlo tener la segunda oportunidad de hacer algo diferente”, menciona Strawn a Barcroft Cars. “Creo que ‘Walter’ es el mejor compañero de viaje porque solo hay uno, y es un vehículo muy interesante con una historia aún más interesante. Ha cambiado la vida de muchas personas, incluida la mía”. Con una vista muy imponente de la carretera y un sistema de sonido y luces digno de una discoteca, definitivamente podemos afirmar que este es el mejor “partybus”.
Fuente: Barcroft Cars
Vía: YouTube
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