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María Guzmán

¿Crees que lo sabes todo sobre la conducción autónoma?

El pasado mes de febrero se dio a conocer el primer accidente provocado por un coche de conducción autónoma, el causante fue el modelo fabricado por Google, el Lexus RX 450h, que tuvo la culpa de colisionar contra un autobús por no medir bien las distancias.

La idea de conducción autónoma nació a raíz de crear un coche capaz de imitar las capacidades humanas de manejo y control, capaz de percibir el medio que le rodea y navegar en consecuencia y por índole obediente al cumplimiento de unas leyes y directrices impuestas.

Cuando hablamos de un coche autónomo hablamos del hecho de que estamos ante una máquina, un gran ordenador con ruedas que toma decisiones en función de directrices incuestionables, es decir si en una carretera con límite de velocidad a 60 km/h, el coche autónomo jamás excederá ese límite a no ser que se alteren sus parámetros de funcionamiento predefinidos. La ambigüedad no existe en la toma de decisiones de una máquina.

Después de este suceso que parecía imposible es normal que empiecen a cuestionar sobre este avance tecnológico y es que  empresas como Audi, BMW, Tesla, Google, Nissan o Ford ya han dado el pistoletazo de salida a la carrera hacia la autonomía.

El desarrollo tecnológico en la industria automotriz está haciendo posible imaginarse un trayecto de 6 horas en coche sin tener la más mínima preocupación de cómo encontrar aparcamiento en pleno centro, trafico o roces entre los coches… pero no todo es tan bonito como parece. Por eso es importante tener en cuenta los pros y contras sobre este futuro cercano, ya que la fecha que las grandes marcas estiman para la comercialización de estos vehículos es en 2020.

A favor de la conducción autónoma

Los automóviles inteligentes están diseñados para ‘no’ cometer errores ¿Esto qué significa? Los coches autónomos funcionan con la infomación que le envían satélites a tiempo real para que el coche continúe su camino, sin importar las condiciones externas del medio. Se guían a través de sensores, de medios láser, radares Lidar, sistema de posicionamiento global y visión computarizada además de un software que interprete todo los datos. Con todo esto parece imposible que puedan cometer un error.

Seguridad. Los pioneros en la auto conducción no olvidan que aunque sus diseños sean inteligentes deben ser totalmente seguros. Para  ellos se han basado en «pruebas de interacción con otros coches y peatones», según confirmó Chris Urmson, director del departamento de coches autoconducidos de Google. Incluso para los más mayores sería toda una ventaja ya que a día de hoy llegada una cierta edad les retiran el permiso de conducir, sin embargo con una conducción autónoma el coche lo haría todo por ellos sin ningún problema.

Olvida las preocupaciones. Parece que va a llegar el día en el que las palabras aparcar y tráfico pertenecerán al pasado. Gracias a estos coches inteligentes la sociedad dará un giro y estos ayudarán al bienestar del ser humano. Disminuirán lo accidentes debido al cansancio y fatiga que provocan los viajes ya que se podrá ir relajado en el coche disfrutando del paisaje sin estar pendiente del coche hasta llegar a tu destino. Diremos adiós al estrés en un atasco y por supuesto adiós a la gasolina… porque en la electrificación de la movilidad será clave esta tecnología. Se prevé que los coches de Google cuenten con un sistema de carga inalámbrica,  activada mediante inducción magnética resonante y así cargar sus baterías del vehículo autónoma. De esta forma el coche se estaciona y la carga se realiza de forma automática.

Contras del coche autónomo

Pero no es oro todo lo que reluce y es que estos soñados coches también tienen su parte mala y una serie de contras. La automatización de estos coches puede acarrear más emisiones de CO2 y a un aumento del uso de energía. Según este estudio, este tipo de automóvil contamina más que los actuales motores que incorporan los coches si tenemos en cuenta el consumo que toda la tecnología necesita.

No hay que olvidarse del precio, al ser la novedad es lógico que estos coches diseñados para hacer de tu viaje una experiencia única cuesten una millonada. Se estima que la industria de coches autónomos podría alcanzar un valor de 87.000 millones de dólares… pero los primeros serán caros. De ahí que, en el futuro de la automoción a medio plazo, la propiedad de los coches quizá no sea importante.

Otra desventaja presente en esta tecnología es el error de código, como dice el refrán ‘nadie es perfecto’ y aunque estos coches autónomos sean hijos de la tecnología es inevitable que algo pueda ocurrir y sino que se lo pregunten a Google. La realidad en la que vivimos es que todos los sistemas programados pueden dejar de funcionar. Esto puede pasar en un smartphone por ejemplo, pero en el caso de los automóviles, podría tener el potencial de causar grandes accidentes.

También dejamos nuestra privacidad a merced de los satélites, es decir en todo momento sabrán tu localización ya que como se menciona en el post esta tecnología se basa en el funcionamiento con satélites a tiempo real ¡olvídate de esconderte, no podrás! Lo peor es que estos datos de localización estarán al alcance de terceras personas que podrían hacer un uso malintencionado de ellos.

Fuente: Gizmag, Washington Post, Vox

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