El pasado Día de los Enamorados (14 de febrero, para los más despistados) los muchachos de Hennessey Performance se trasladaron hasta las instalaciones de la NASA, en Cabo Cañaveral, y más en concreto al Centro Espacial Kennedy, para intentar batir el record mundial de velocidad de un vehículo deportivo biplaza de producción (aunque ésta sea muy limitada, 29 ejemplares únicamente), a lomos de uno de sus especialísimos superdeportivos Hennessey Venom GT. Para ello utilizaron la pista de 3,2 millas de longitud, especialmente concebida para que pudieran aterrizar los trasbordadores espaciales de la agencia espacial norteamericana.
El objetivo era superar la marca hasta ahora vigente (desde 2010), en poder de un Bugatti Veyron Super Sport, que lo estableció en unos estratosféricos 430,98 km/h (267,8 mph) en un recóndito circuito y anillo de velocidad, donde los vehículos del grupo Volkswagen realizan sus pruebas más secretas.
No se sabe muy bien si por las circunstancias especiales del lugar elegido, por el influjo de los trasbordadores espaciales que se guardaban en los hangares de dichas instalaciones, o porque este verdadero cohete terrestre trataba de emular a los que en su momento llegaron a la Luna, pero el caso es que todo se puso de cara y, tras una minuciosa preparación, se pudo alcanzar el propósito de batir dicha marca.
Al parecer se ha efectuado una única pasada en la que se han obtenido unos espectaculares 435,31 km/h (270,49 mph), verificados a través de la telemetría montada en el vehículo por la empresa Racelogic, especialista en sistemas de adquisición de datos. Pero para que un organismo oficial, u otro tan conocido como el Libro Guinness de los Records, homologuen dicha cifra se han de realizar al menos dos pasadas en sentido contrario, y en un intervalo de tiempo determinado, para compensar la posible influencia del viento. Y este hecho parece ser que no se ha producido. Por tanto tendremos que esperar a ver si se valida oficialmente dicha marca, que no por ello deja de ser menos espectacular.
De momento tendremos que creernos la velocidad alcanzada, y como únicos medios de prueba están las fotografías mostradas de los datos telemétricos y el vídeo que acompaña este artículo, donde se observa la inusitada facilidad con la que consigue la espectacular marca.
El encargado de pilotar el Hennessey Venom GT hasta el nuevo record fue el director del complejo Miller Motorsport, Brian Smith, experimentado piloto de competición y ex-ingeniero de pruebas de Michelin, por lo que estaba perfectamente familiarizado con los neumáticos a emplear y en la labor de exprimir al máximo este superdeportivo norteamericano, de raíces europeas.
Según las declaraciones del piloto, el Venom GT seguía acelerando en el momento de tener que cortar gas, para poder frenar y no salirse de la pista (afortunadamente los frenos carbocerámicos Brembo realizaron satisfactoriamente su trabajo). Lo corroboran los instrumentos instalados a bordo que indicaban que seguía acelerando a un ritmo medio de 1 mph por segundo, necesitando sólo 10,1 segundos en pasar de 260 hasta 270 mph. Por lo tanto no es descabellado pensar que si lo intentan en una pista con la longitud suficiente esta marca pueda ser de nuevo superada.
Este modelo puede presumir ahora de una nueva marca como el vehículo más veloz del mundo, a lo que hay que sumar el de aceleración de 0 a 300 km/h, establecido en 13,63 segundos, y el de 0 a 200 mph, en 14,51 segundos.
Recordemos que el Hennessey Venom GT toma como base el modelo británico Lotus Elise, pero que se ve radicalmente transformado en las manos del preparador norteamericano Hennessey Performance, hasta conseguir un superdeportivo que ahora se califica como el más rápido del planeta.
El propulsor de la bestia es un V8 a 90 grados de solo 2 válvulas por cilindro y 7.000 cc, con el bloque motor realizado en hierro y las culatas en aluminio. Utiliza un sistema de inyección secuencial y está sobrealimentado mediante dos turbocompresores, con lo que se alcanza una potencia máxima de 1.244 CV a 6.600 rpm (ajustable desde el tablero de mandos a “sólo” 800 CV, 1.000 CV y esos alucinantes 1.244 CV), y un par motor máximo de 1.566 Nm a 4.400 rpm. Si tenemos en cuenta que el vehículo pesa, en seco, justo 1.244 kg se llega a la mítica relación peso/potencia de 1kg/CV.
El resto de características técnicas más importantes son las siguientes:
- Carrocería de fibra de carbono (a excepción de puertas y techo) basada en la del Lotus Elise.
- Longitud: 4,655 metros
- Anchura: 1,960 metros
- Distancia entre ejes: 2,800 metros
- Peso en vacío: 1.244 kg
- Reparto de pesos: 37% delante / 63% detrás
- Capacidad del depósito: 70 litros
- Transmisión: Manual de 6 velocidades de la marca Ricardo
- Frenos: Brembo carbocerámicos de 15 pulgadas de diámetro y 1,5 de espesor, con pinzas de 6 pistones.
- Llantas: Hennessey H10 forjadas y tipo monoblock de 9.5 x 19 pulgadas en el eje delantero y 12,5 x 20 pulgadas en el trasero.
- Neumáticos: Michelin Pilot Super Sport en medidas 265/30 ZR 19 en el tren anterior y 345/30 ZR 20 en el posterior (opcionalmente Michelin Pilot Sport Cup ZP).
- Amortiguadores: Penske, regulables en 2 vías y con altura del casco ajustable en 2,4 pulgadas (unos 6 cm).
Las prestaciones que es capaz de conseguir el Hennessey Venom GT quitan el hipo:
- De 0 a 60 mph: 2,7 segundos
- De 0 a 100 mph: 5,6 segundos
- De 0 a 300 km/h: 13,63 segundos (Guinness World Record)
- De 0 a 200 mph: 14,51 segundos (Hypercar World Record)
- ¼ de milla: 9,92 segundos, con una velocidad final de salida de 163 mph
- ½ milla desde parado: 206 mph
- 1 milla desde parado: 253 mph
- Velocidad máxima: 270,49 mph (el nuevo record)
- Velocidad máxima (estimada): 278 mph
Por último este es el vídeo que tan ansiosamente estabais esperando y que da fe de esos estratosféricos ¡¡ 435,31 km/h!!:
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