Las pantallas táctiles lucen de maravilla en los vehículos. Cada vez que algún profano ve el interior de alguno de los coches nuevos que conduzco para la sección de pruebas, es casi siempre lo primero en que se fijan y les llama la atención. Permiten concentrar en un mismo lugar diversas funciones –y que haya más en un futuro, con actualizaciones–… Pero no son la mejor solución para controlar nada, especialmente si estás conduciendo, cuando debes prestar total atención a la carretera.
Se nos prometen autómoviles autónomos, casi sin controles físicos, incluso sin volante. ¿Quién quiere botones o mandos giratorios cuando una pantalla elegante y futurista puede informarnos, entretenernos o incluso cambiar la temnperatura simplemente deslizando un dedo.. o incluso con nuestra voz? Todo genial… hasta que te ves en el presente, llega una curva o el coche no entiende lo que dices –o hace todo lo contrario, o no te apetece hablar con una máquina–. En esas situaciones, benditos sean los mandos para interactuar con un automóvil.
De acuerdo, los botones, diales e interruptores tienen su funcionalidad limitada y están restringidos por las leyes de la física. Pero no tener que mirar para saber si está encendido o apagado, basta con pulsar, o girar para subir volumen o el dial. Y esta funcionalidad de «no tener que mirar» es de vital importancia cuando se conduce, donde los ojos deben estar en la carretera, no en la pantalla táctil.
El Ford Mustang Mach–E (ver prueba) incluyó una ruleta en medio de su pantalla táctil superlativa. Pero este invento (aún conceptual) que traemos hoy va más allá. Porque es eso mismo… pero mucho más avanzada. Tiene una pantalla dinámica en la parte superior que cambia su contenido en función del lugar de la pantalla donde se coloque. También actúa como un botón que puede presionar para acceder a más funciones que, de lo contrario, requerirían un segundo mando.
La idea es que este dial brinde a los conductores el control físico para ajustar el volumen o la temperatura (dos actos muy habituales) sin mirar la pantalla. Pero al ser un dial que puede moverse puede llevarse a una parte diferente de la pantalla para que controle otra función (pasar de canción, por ejemplo). Si hay más de una función disponible, basta con pulsar el botón del mando para cambiarlo.
Demasiado futurista este mando dinámico multifuncional, dirás. Bueno… Microsoft ya ofrece esto en acción con Surface Dial, que actúa de manera similar. De acuerdo, no en un automóvil y hay cosas que habría que resolver o mejorar (el propio diseñador lo reconoce), pero nos gustó el modo en que combina lo digital y lo físico sin restar las ventajas de ninguno.
Fuente: Gabor Jutasi