Algunas carreteras presentan irregularidades, y a la larga provocan grietas y defectos en el pavimento. Este tipo de problemas suele aparecer en tramos que discurren sobre laderas de suelos arcillosos, como por ejemplo en las carreteras del Estado de Texas, EE.UU., muchas de las cuales se encuentran en un estado lamentable.
Mencionamos el Estado de Texas porque precisamente allí están intentando llevar a cabo un proyecto de apuntalar este tipo de suelos mediante la instalación en los taludes (también llamados pendientes de un muro) de unos grandes pernos fabricados con plásticos reciclados (de entre 2,5 y 3,6 metros de largo), con el fin de evitar el deterioro progresivo del pavimento de las carreteras en esos lugares. Este proyecto está financiado por el Departamento de Transporte de Texas, que ha obsequiado con una beca estatal de un millón de dólares a un investigador en ingeniería civil de la Universidad de Texas en Arlington.
El problema de las carreteras que hay en este estado es que la gran mayoría de ellas están construidas sobre lo que se llama arcilla expansiva. Lo que hace este tipo de terreno es producir grandes cambios de volumen, en directa relación con los cambios en la humedad del suelo, por lo que tienden a agrietarse con mucha más frecuencia que en otros lugares donde el suelo es más firme.
Los resultados obtenidos han puesto de manifiesto que el tramo estudiado de la carretera US 287 en Midlothian se ha mantenido mucho mejor que las áreas no tratadas de esa carretera. Según los investigadores, el uso de estas barras es una alternativa real y mucho más barata para este tipo de problemas que las soluciones tradicionales. El estudio indica que el coste de la estabilización y la reparación de la pendiente con este método puede reducir en más de un 50 por ciento el coste de los métodos convencionales, a la vez que se constituye en una solución duradera que se instala en menos de una semana.
Según Sahadat Hossain, impulsor del proyecto, «Texas tiene recursos limitados para mantener las carreteras del Estado, por lo que cualquier cosa que podamos hacer para ampliar la vida de nuestras carreteras es bueno para todos». A su vez, Hossain cree que el programa podría extenderse fácilmente a otros Estados. Según él, con este tipo de refuerzo, las carreteras durarán en buen estado 15 a 20 años antes de necesitar ser reparadas. Con los problemas de mantenimiento de las carreteras españolas, innovaciones como esta podrían ser la solución.
Fuente: Universidad de Texas en Arlington
Vía: The Atlantic Cities
Fotos: cc Fclikr Bill Herndon