¿A quién no le han hablado mal (cuando no lo ha sufrido en sus propias carnes) de un taller chapuzas? Para evitarte un disgusto importante, recopilamos una serie de consejos para que la próxima vez que salgas de un taller, lo hagas con una sonrisa.
1. Busca opiniones en internet
Varios estudios señalan, que nada menos que un 97% de los consumidores españoles buscan comentarios de otros usuarios antes de comprar por Internet. De modo que si lo haces para comprarte una funda para el móvil, hazlo también para ver las opiniones del taller al que pretendes ir. Es cuestión de segundos y es bastante fiable.
2. Asegúrate de que esté bien identificado
Los talleres han de tener una placa distintiva en la puerta. En ella están escritas las siglas de la provincia, el número de registro industrial y la actividad que desarrolla (una llave inglesa indica taller mecánico; una flecha quebrada, reparaciones de electricidad; un martillo, arreglos de carrocería; y una pistola de pintar muestra que es un taller de pintura).
3. Si está sucio y trabajan de forma desastrosa, huye
Haz un primer análisis del taller: ¿reina el caos o es un local limpio y ordenado? Ver cómo mantienen su propio negocio puede ser una señal de cómo trabajan.
4. Que no se anden con rodeos. Las cosas, claras
Es importante que el sitio transmita transparencia, nada de secretismos. Así, ver las instalaciones u obtener información sobre la avería y su reparación por parte de algún mecánico no debería de constituir ningún problema. En caso de que lo sea, tienes motivos para sospechar de que hay gato encerrado.
5. Antes de que hagan nada, solicita una inspección de bienvenida
No estaría de más que anoten los posibles desperfectos que tenga tu coche, algo importante a la hora de reclamar en caso de que tu vehículo no salga en el mismo buen estado en el que entró.
5. No te olvides de pedir el resguardo
Aunque no es una práctica habitual, has de saber que los talleres están obligados a entregarte un resguardo de depósito que deberías presentar para recoger tu coche. No es ningún trámite absurdo, imagina que te roban el vehículo mientras está siendo reparado. ¿Cómo podrías reclamarlo?
6. El presupuesto tiene que ser transparente y estar bien explicado
Cuando te den un presupuesto, no te pueden decir el importe y ya está. Este tiene que venir desglosado y explicando lo que supone en costes cada aspecto de la reparación. Desde lo que cuestan las piezas, hasta lo que cobran por hora de mano de obra.
7. Exige que cumplan con los plazos de reparación
Aunque la ley no establezca un tiempo máximo de reparación. El Real Decreto 1457/1986, que regula la actividad de los talleres de reparación establece que el plazo de entrega deberá estar relacionado con la magnitud de la avería.
Si acudes con una reparación sencilla, y se exceden con el tiempo de reparación, estás en tu derecho de pedir una indemnización por daños y perjuicios.
8. Recuerda, las piezas que hayan sido sustituidas son tuyas
Después de sustituir las piezas antiguas de tu coche por unas nuevas, el taller tiene obligación de devolvértelas. En otros casos, podrán decirte si quieres que te las reciclen. Pero no podrán quedárselas si no les has dado el permiso para hacerlo.
9. Si hay daños ocultos, tienen 48 horas para informarte
Es posible, que una vez el mecánico se haya puesto manos a la obra con la reparación, haya encontrado algún daño oculto. O así mismo, que la reparación pueda afectar a otras piezas sensibles. En estos caso, el taller tiene por ley 48 horas para hacértelo saber, así como el coste que esto puede suponer.
Lo que no es legal, es que el taller finalmente te cobre más dinero sin tu permiso por reparar aspectos que desconocías estaban averiados.
10. Que no te engañen, todos los talleres están obligados a ofrecer garantía
Tanto si el taller es oficial, como si es independiente, todos están obligados bajo determinados supuestos y amparados por el reglamento comunitario 461/2010, a ofrecer una determinada garantía.
Por lo tanto, si acudes a un taller independiente, y ley en mano, no te ofrecen una garantía, correrás el riesgo de quedarte totalmente desprotegido jurídicamente.