Todo aquel que se haya sacado el carné lo ha estudiado pero como en casi todo, se olvida. Los hábitos que dan el paso del tiempo se van convirtiendo en costumbre y malas posturas que en ocasiones pueden tener sanción. La posición de las manos al volante recomendada por la DGT es en la que marcan las 10:10 como si se tratarán de las agujas de un reloj analógico o, como otra posición posible, las 9:15 también se acepta.
Las clases en la autoescuela no siempre son lo más interesante pero en ellas se enseña el Código de circulación en el que se explican estas normas sobre la correcta posición de las manos en el volante entre otras. Incumplirlas conlleva una posible sanción de hasta 80 euros ya que no se está cumpliendo el artículo 18 del Reglamento General de Circulación que dicta que se “deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada” así como el resto de pasajeros.
A parte de evitar sanciones, la correcta posición evita lesiones en caso de accidente. Los brazos flexionados minimizan las posibles fisuras tras un choque ya que no están tensos y no absorben el golpe, evitando fracturarse. Esta posición también facilita el giro sin que las manos se estorben entre sí. Las formas de colocar las manos que podrían obstaculizar el movimiento del volante en estas situaciones de peligro, según el Motor de El PAÍS, son las siguientes:
1. El canario
Se trata de colocar las dos manos en la parte inferior del volante, como si se tratase de las garras de un canario en su jaula. Por lo general es la posición de un conductor fatigado, que lleva bastante tiempo en la carretera, la problemática llega cuando hay que realizar un giro inesperado y brusco, esa posición no lo facilita ya que no permite realizar una vuelta completa.
2. El jilguero o el murciélago
Igual que el canario, se colocan las manos juntas pero, en lugar de abajo, está arriba como si estuviera el canario colgado al revés, como un murciélago. El conductor suele inclinarse hacia delante con los hombros caídos y retirando la espalda del respaldo, además de que no permite un giro amplio, es una posición con graves consecuencias en caso de colisión trasera.
3. El disc jockey
No hace falta ni que haya música, el conductor se viene arriba y manipula el volante como si de un pinchadiscos se tratara. Es bastante obvio el porqué de que esta posición sea peligrosa, no se sujeta bien el volante. En una curva se resbala y ya tienes una abolladura bien bonita.
Muchos conocerán esta postura como la utilizada a la hora de estacionar, también conocida bajo el nombre de “friega platos” y “pasar la bayeta”, al estar a una velocidad mucho más lenta se reduce el riesgo de colisión pero sigue sin ser la más adecuada para la conducción y, sobre todo, para el control total del vehículo.
4. El piloto de Rally
Apretando bien fuerte el volante, se vaya a salir, el conductor coge a gran velocidad la curva y se inclina como si de un piloto profesional se tratase, intentando contrapesar el peso del coche y estabilizarlo. Crasso error, no se equilibra nada y además se pierde visibilidad, mejor no intentarlo.
5. El que seguramente hagas: el galán
Ojo, no estamos diciendo que seas un/a conquistador/a sino que es el más extendido, se coloca la mano sobre la palanca de cambios o sobre la pierna si lo que conduces en un coche automático. Se suele realizar en la conducción “deportiva” en la que se quieren muchos cambios de marcha, huelga decir que la conducción no es una competición.
6. El taxista
No es que sea la posición habitual del gremio pero sí es una postura que les pega bastante. Se reciben multas bien cargadas por no conducir con las dos manos ya que restan capacidad de maniobrar, y se traduce en conducir como si fueras manco.
7. El motorista
Se trata de ir con las manos en los radios del volante impidiendo casi por completo un giro más o menos amplio. En caso de accidente las manos podrían quedar atrapadas entre los radios o incluso ser proyectadas contra la cara del conductor con todo lo que eso conlleva.
8. El indeciso o demasiado relajado
No es que el conductor no sepa dónde poner las manos pero no las pone bien, eso está claro. Se coloca una mano en la parte inferior y la otra en la parte superior. Suele añadirse peligrosidad al otorgar una sensación de falsa seguridad.
9. El camionero
Afortunadamente, una manía de antaño, usual en los conductores que han conducido vehículos que no contaban con dirección asistida. Se trata de sujetar la parte interior del volante con una mano para hacer impulso al realizar un giro, añadiendo un esfuerzo extra para mover las ruedas.
10. El mago o el payaso imprudente
A lo loco. Este conductor suelta el volante para realizar alguna acción, ya sea escuchar el móvil o ponerse el cinturón, y deja el coche siga recto “mágicamente”. Si las otras posiciones son peligrosas, está prohibidísima ya que se pierde el control del volante por completo.
Vía: El País