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Luis Ramos Penabad

Diferencias entre leasing y renting: ¿cuál es la más adecuada para ti?

En la televisión, internet o a través de la publicidad en autobuses y marquesinas, el renting y el leasing cada vez son términos más y más utilizados en el día a día. Ambos productos son una alternativa a la compra más allá de los meses de verano o temporadas de vacaciones, sino en cualquier momento para mantenerse como una de las fórmulas más contratadas de alquiler de coches. Sin duda, algo a tener en cuenta para reducir gastos a largo plazo.

Si no conoces qué es exactamente el renting y el leasing o, por el contrario, no sabes si decirte por renting o leasing a la hora de abordar tus próximos trayectos, continúa leyendo y descubre todo lo que necesitas saber sobre estas modalidades de alquiler de vehículos, cada una con sus peculiaridades.

¿Qué es el renting?

El renting es el ya clásico contrato de alquiler de coche que, a cambio del pago de una cuota fija al mes, te permite disfrutar de un vehículo durante un plazo acordado. A simple vista, una modalidad de alquiler que se rige por un intercambio aparentemente coherente y comprensible. Pero, más allá de lo presumible, conviene extraer tres detalles importantes que ayudan a diferenciar lo que es exactamente el renting del resto de opciones de alquiler.

  • Cuotas: Los pagos son fijos y, por tanto, no están sujetos a intereses u otro tipo de variaciones. Además de aportar comodidad del cliente, permite hacer una planificación de gastos sencilla y a largo plazo.
  • Gastos: Con el renting no sólo evitamos costes variables, también eliminamos gastos mecánicos o legales como el seguro, que suelen ser responsabilidad de la empresa de renting.
  • Vehículos: Decimos vehículos y no únicamente turismos o todoterrenos, ya que también podemos alquilar desde motos a camiones, pasando por tractores y demás maquinaria agrícola. Esta ventaja nos puede ayudar a ahorrar la importante cantidad de dinero que implican este tipo de vehículos.
  • Plazo: El período de tiempo que se suele presentar en esta modalidad se encuentra entre los seis meses y los cinco años, un recorrido inferior al que veremos con el leasing. Una vez termina el contrato de arrendamiento, es posible ampliarlo o renovarlo por un vehículo más actual.

¿Qué es el leasing?

Si el renting consistía en un alquiler a largo plazo a cambio de unos pagos regulares, aquí estos son más variables, pero también permiten utilizar sus cuotas para aligerar la compra final del coche. El leasing es el alquiler de coches (esta opción también se utiliza con bienes inmobiliarios y de equipo) que a la vez funciona como una vía de financiación, ya que el vehículo alquilado se puede acabar adquiriendo. Ese es, precisamente, el principal atractivo de esta fórmula financiera, regulada a través de la Ley 26/1988: la inversión se orienta a la posesión final del vehículo.

Es decir, con el leasing tenemos también un acuerdo de alquiler por un largo período de tiempo que, en esta ocasión, presenta unos intereses añadidos. Como el renting, presenta sus ventajas y también sus inconvenientes.

  • Cuotas: acostumbran a ser más laxas que las que se dan con el renting, aunque, de igual manera, estas pueden crecer debido a posibles intereses. Existe además una cuota de entrada que el cliente debe abonar además de las mensuales. Todo esto gira en torno a la lógica de que, una vez finalizado el contrato, el cliente podrá quedarse con el coche restando las cuotas ya abonadas y asumiendo la diferencia que quede por pagar.
    Cuando el contrato está a punto de expirar, se tienen tres opciones: comprar el coche pagando la última cuota de «valor residual», renovar el contrato de arrendamiento o no ejercer la opción de compra y entregar el vehículo al arrendador.
  • Gastos: Ahora bien, se adquiera o no el vehículo, en esta opción los impuestos y gastos de mantenimiento, asistencia y seguro correrán a cargo del cliente.
  • Vehículos: Este sistema de alquiler con opción final a compra permite cambiar de coche tras un período de tiempo y conseguir con ello la propiedad del mismo y unas ventajas fiscales interesantes, como, por ejemplo, deducirlo en la declaración de la renta.
  • Plazo: El leasing suele incluir una permanencia mínima de dos años que en ocasiones puede llegar hasta los diez, período durante el cuál no se puede modificar el coche.

En resumidas cuentas, una opción habitualmente destinada a autónomos y empresas que hoy día es una opción más para aquellos que planeen usar su coche de alquiler de forma cotidiana y tengan la intención de acabar comprándolo después del tiempo acordado.

Principales diferencias entre leasing y renting

  • Propiedad final del coche: En el caso del renting este nunca pasará a ser parte del cliente al final del periodo contratado, ya que lo que se prima es la funcionalidad.. En el leasing sucede todo lo contrario y esa inversión sí será retornada para, al final, poder ser utilizada a través de sus cuotas deducibles para adquirir el vehículo en cuestión.
  • Gastos: El cliente renting puede estar más despreocupado al solamente tener que repostar. Los gastos del coche en el caso del leasing corren por cargo del cliente. Y ojo, has de recordar que los seguros de coche suelen ser más caros en coches de leasing.
  • Legalidad: En el caso del renting, el cliente llega a un acuerdo particular con la empresa de alquiler, como cualquier otra operación mercantil (no existe ley específica). En el caso del leasing, el acuerdo se debe formalizar a través de una entidad de crédito. Y es que el arrendador transmite al cliente todos los riesgos, derechos y obligaciones derivados de la propiedad del vehículo alquilado.
  • Cuotas: Como decíamos antes, son más elevadas en el renting, pero también más estables y sin gastos derivados.
  • Fiscalidad: El renting es un sistema de arrendamiento y no de financiación, como ocurre con el leasing, por esta razón las empresas que opten por esta modalidad se beneficiarán de todas sus ventajas: las cuotas a pagar se consideran un gasto, incluyendo el IVA, por lo que son deducibles en su totalidad. De este modo, un autónomo podrá deducir en su declaración de IRPF hasta el 100% de las cuotas de renting (si demuestra que el vehículo se utiliza para su actividad empresarial). Además, podrá deducirte  el 50% del IVA soportado por operaciones de renting.
  • Tiempos de permanencia: Son más largos en el leasing pero permiten la opción a compra (además de las ya clásicas de prórroga y devolución).

Inconventientes del renting y del leasing

No sólo tienen puntos que los diferencian o que los asemejan dentro de su alternativa de alquiler, esta opción que aparece tanto en el mercado también presenta sus desventajas comunes. Entre ellas, además de la ya mencionada permanencia, tenemos:

  • Penalización por cancelación: el contrato suele incluir una cláusula que prohíbe las cancelaciones. Por eso, si no se cumple con este punto y se quiere rescindir el contrato antes del tiempo marcado, ambas opciones presentarán penalizaciones.
  • Límite de kilómetros: suele ocurrir principalmente con el renting, fijando un máximo de kilómetros por recorrer, pero si finalmente no se ejecuta la compra del vehículo en el leasing también podría acarrear sanciones por exceso de kilometraje.
  • Modificaciones: tanto en el renting como en el leasing, no se pueden realizar cambios ni estéticos ni integrales del vehículo mientras siga siendo propiedad de la empresa arrendataria. Sólo en el caso del leasing, una vez efectuada la opción de compra, se podrán personalizar el coche.

Ventajas del renting y el leasing

Además de las ventajas y comodidades que implica contar con un vehículo propio, ya sea nuevo o de ocasión, estas fórmulas reducen el precio de entrada. Tanto el leasing como el renting han tomado toman fuerza para disfrutar de un vehículo cuando no se tiene o no se quiere invertir una suma de dinero importante. Además:

  • Leasing: Evitas un gran pago para hacerte con la propiedad de un coche tiempo y capacidad de decidisión, si las circunstancias o tus necesidades cambian con el tiempo.
  • Renting: Evitas cargar con los gastos derivados de su uso y no tienes tantas ataduras si quieres pausar o cambiar el alquiler.

Ambas son opciones interesantes para disfrutar de la independencia de tener un coche, en el día a día, que se ajustan a las necesidades de los conductores que prefieren alquilar a realizar el desembolso que supone la compra de uno propio. Cada una presenta unas condiciones que las hacen a la vez atractivas y propicias para un tipo de conductor u otro.

¿Cuál es más interesante?, depende del caso, si lo que necesitas es facilidades en la financiación y tener el vehículo en propiedad, tu opción es el leasing, si por el contrario te interesa tener todos los gastos cubiertos y renovar el vehículo periódicamente, la opción sin duda es el renting.

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