El informe indica que son los coches eléctricos los que ofrecen el mayor ahorro y la mayor eficiencia energética pero, «dados los medios actuales, ese ahorro no compensa al usuario el desembolso inicial de adquisición de un vehículo de esta tecnología hasta al menos seis años de vida en servicio«.
El mismo estudio señala que, una vez transcurridos doce años de vida útil, el coche eléctrico ha producido un beneficio equivalente al sobreprecio inicial. Así, si se compara con un automóvil convencional de gasolina, el vehículo eléctrico presenta un ahorro del 21%, transcurrido ese tiempo de doce años desde su compra.
Los autores del informe admiten que, para una vida útil de cuatro años, la opción más rentable sigue siendo un automóvil de gasolina. No obstante, si consideramos que el vehículo eléctrico puede, en muchos casos, ser el segundo coche, consideran oportuno realizar un cálculo sobre un lapso de tiempo de unos doce años, cifra «que no resulta descabellada».
El coche eléctrico es imbatible en materia de emisiones de CO2, ya que dichas emisiones son nulas durante toda su vida útil. En este campo, la menor eficiencia corresponde a los vehículos de gasolina y, además de los eléctricos, los más eficientes son los automóviles de gas natural vehicular (GNV) o los de gas licuado del petróleo (GLP).
El informe recoge asimismo un planteamiento sobre el coste que supone realizar un recorrido idéntico para un vehículo con las mismas prestaciones, pero con diferentes tecnologías (ya sea eléctrico, de gasolina, de gas, etc.).
Si se parte de la base de que un coche de gasolina necesita cien euros para cubrir determinado recorrido, en el mismo trayecto el coche eléctrico requeriría sólo 25 euros para recorrerlo. Un vehículo que empleara E85 (85% etanol y 15% gasolina) ahorraría sólo un euro respecto al de gasolina, mientras que el coste para un coche híbrido sería de 80 euros, para uno de gasóleo de 77 euros y para uno de gas natural vehicular (GNV), de 62 euros.
Vía | EUROPA PRESS