Tenemos una mala noticia que darte: en España se produce un robo de coche cada tres minutos y medio, nada menos que 425 vehículos al día. Entre las ciudades donde se producen más robos destaca Madrid, con un 21% y Valencia, con un 9,1%. Y según el balance de Criminalidad del Ministerio del Interior que incluye a las ciudades de más de 50.000 habitantes hemos podido conocer que en 2015 Irún (Guipúzcoa), Benalmádena (Málaga), Arrecife (Las Palmas), Jerez de la Frontera (Cádiz) e Ibiza son las poblaciones en las que más ha aumentado el hurto de coches en el último año.
Si vives en alguna de estas ciudades y además tienes un BMW, lo sentimos. ¿Que por qué? Tres de las marcas más robadas en España en 2015 fueron BMW (42%), Land Rover (24% y Toyota (13%), según cifras de la empresa Detector. Ya te contamos las claves para evitar que te roben el coche, pero el rudimentario truco que te traemos a continuación puede que te sorprenda.
Se trata de envolver la llave del coche en papel del aluminio para evitar la clonación de la llave. Esta duplicación no es física, ya que ni siquiera es preciso estar en posesión de la llave. ¿Cómo ocurre? Las llaves actuales funcionan con señales de radio que se transmiten por un emisor; el coche dispone de un receptor que permite que las puertas se abran y cierren al pulsar el mando. Los ladrones lo saben y usan un repetidor de señales de radio o un amplificador que intercepta la señal de la llave y en menos de 30 minutos descifra el código encriptado y lo copia.
Y no sólo se puede obtener el código cuando la llave está en uso; mediante conocimientos informáticos o un amplificador de señal que descifra la secuencia de los códigos sin usar el mando se puede lograr. Puede darse la situación si por ejemplo entran en tu casa y has dejado las llaves en la entrada, al alcance de los cacos. Para hacerlo a distancia basta con usar uno de estos aparatos: se trata de pequeñas cajas que captan la señal del vehículo y amplifican, permitiendo que el coche hable con la llave que está en casa.
Para evitar esto, tal y como te hemos explicado anteriormente, basta con forrar la llave con papel de aluminio cuando las dejes en casa para impedir el paso y la salida de las ondas, aislándolo. Otro truco que hemos encontrado es guardarlas en el congelador, ya que actúa de jaula o campo electromagnético que anula el efecto de campos externos. Si eres un poco paranoico siempre puedes hacer las dos cosas.
Vía: Autopista.es