Cada año se roban en España cerca de 120.000 coches. Aunque muchos vuelven a aparecer, normalmente los vehículos de gama alta son modificados y revendidos en países de Europa del Este y del resto, una parte importante son utilizados para cometer delitos o son desguazados y liquidados por piezas.
Para los propietarios el robo de su coche supone un gran trastorno: denuncias, papeleo con el seguro, búsqueda de un medio de transporte alternativo, reparación del vehículo si aparece o compra de un nuevo coche en el caso de no recuperar el robado…, todo son problemas, así que lo mejor es tomar las medidas necesarias para ponérselo a los ladrones lo más difícil posible.
• Si se aparca en el exterior es preferible hacerlo en una calle concurrida o al menos en un lugar iluminado.
• En el caso de que se estacione el vehículo en un aparcamiento, el lugar ideal será cerca de la caseta del vigilante y/o dentro del área cubierta por las cámaras de seguridad.
• Cada vez que se salga del coche, aunque sea momentáneamente, es recomendable quitar la llave del contacto y cerrar bien las puertas y el maletero. Los ladrones aprovechan cualquier despiste.
• No dejar objetos de valor dentro del vehículo y mucho menos a la vista, hay que retirar siempre la carátula de la radio e incluso el soporte del GPS, cualquier detalle que pueda indicar que guardamos algo interesante para los ladrones dentro de la guantera o del maletero.
• Es aconsejable cerrar el coche con la llave en vez de con el mando para evitar que alguien pueda detectar la frecuencia y copiarla.
• Sistemas de seguridad como alarmas electrónicas, dispositivos corta corrientes o barras metálicas que bloqueen el volante, los pedales o la palanca de cambios son disuasorias y efectivas.
• Si el coche es de alta gama quizá merezca la pena instalar un localizador que, en caso necesario, envía al móvil del propietario un mensaje con las coordenadas geográficas donde se sitúa el coche en cada momento (y evitar casos como este).
Foto:Flickr HeyPaul