Todos conocemos los peligros de conducir bajo los efectos del alcohol o con mucho sueño. Sin embargo, resulta que existe otra condición que puede afectar a nuestras capacidades de conducción de manera significativa como para causar un accidente: la deshidratación. Este estado puede afectar tanto a la funcionalidad de nuestro cuerpo, como a nuestra capacidad cognitiva y nuestro estado de ánimo.
De hecho, ¿sabías que conducir deshidratado puede llegar a ser tan peligroso como hacerlo borracho? A estas alturas, somos conocedores de los efectos del alcohol sobre las funciones cognitivas del cuerpo. También es bien sabido que tratar de manejar cualquier vehículo bajo la influencia del alcohol es increíblemente peligroso, estúpido y, en casi todas las partes del mundo, ilegal. Sin embargo, no es ilegal conducir si tienes sed, aunque tal vez sí que debería de serlo cuando esa sensación se incrementa exponencialmente.
Por salvaje que parezca esa conclusión, hay algo de ciencia que la respalda. Son muchos los que han recopilado todo tipo de información sobre la deshidratación, desde la cantidad de agua que consume una persona media hasta la rapidez con la que la elimina. En resumen, se puede decir que una persona debe beber, aproximadamente, dos litros de agua cada día, a pesar de que, de media, apenas consumimos un poco más de un litro. Los números fluctúan según el país, pero no son muchos los que superan la marca recomendada.
Porque incluso una persona ligeramente deshidratada pierde la suficiente concentración como para cometer todo tipo de errores de conducción detrás del volante, algo similar a si hubieses bebido alguna copa extra. Cabe decir que alguien deshidratado tiende a cometer errores menores, como desviarse del carril o frenar más tarde, casos similares en frecuencia a los de una persona bajo la influencia del alcohol. Además, el propio hecho de tener sed implica que ya estamos centrando nuestra atención en algo más aparte de conducir.
En última instancia, es bien sabido que la deshidratación ciertamente puede tener un efecto en las habilidades de pensamiento crítico, el estado de ánimo y la salud de una persona. ¿Es justo establecer una correlación entre conducir deshidratado y conducir ebrio? Tal vez no sea la relación más idílica, pero es una forma de que no se nos olvide estar bien hidratados de agua, especialmente cuando las temperaturas aumentan y el verano acecha. A continuación, dejamos los síntomas de deshidratación y cómo evitarla al conducir.
Síntomas de la deshidratación:
- Cansancio
- Mareos y/o aturdimiento
- Calambres musculares
- Pérdida de concentración
- Dolores de cabeza
Formas de evitar la deshidratación:
- Beber agua antes de comenzar el viaje
- Disponer de botellas de agua a mano
- Descansar con regularidad, especialmente en verano.
- Evitar abusar del aire acondicionado