El otoño es fuerte en todo el mundo, lo que significa que muchos árboles están perdiendo sus hojas si aún no lo han hecho. Ya sabes que las hojas en la carretera pueden ser peligrosas, pero ¿y si están en tu coche? ¿Deberías quitarlas al momento o simplemente dejarlas en paz? ¿Son peligrosas o dañan en algún aspecto al coche?
Bueno, si tuvieras que apostar por esto y hubieras elegido quitarlos, acertarías. Ciertamente, las hojas pueden dañar tu vehículo. No es como los excrementos de pájaros o que te tiren un cubata, sino algo que “funciona” (en tu contra) con el tiempo. Unas pocas hojas, o la situación hipotética que involucra a un coche completamente cubierto de hojas en unas pocas horas, no traerán daños garantizados. Sin embargo, dejar una, dos o un puñado durante días o semanas es un asunto completamente diferente.
¿Cómo afectan las hojas al coche?
Dependiendo de la especie de árbol de las que provengan, el grado de los daños varía. Aún no hemos visto ningún estudio que analice qué hoja dañará más el vehículo, pero eso no es tan importante en este momento. Todas las hojas tienen polen, savia (del árbol) y cierto grado de acidez. La última parte tiene el potencial de dañar la pintura o laca de la carrocería, pero las dos primeras son peligrosas por derecho propio.
Las hojas mojadas, que pueden llegar al coche después de que haya llovido, por ejemplo, dejarán marcas de polvo mientras se seca después de que la lluvia ha cesado. Mientras lo hace, estas hojas mojadas también dejan savia, polen y ácido en la mezcla, y en especial este último, puede “masticar” la pintura del coche, mientras que la savia es pegajosa y ayuda a empeorar el acabado de pintura (con menos brillo).
La savia de los árboles se puede quitar con alcohol isopropílico (se frota con un paño y luego se limpia) o con un limpiador de savia de árboles específico. Prueba este último en una superficie más pequeña antes de usarlo en la carrocería, por si acaso, para asegurarte de que no haya reacciones entre él y la pintura.
¿Cuál es la solución?
La mejor solución posible a este problema es abstenerse de estacionarse debajo de un árbol o, si aparcas debajo del mismo, averigua qué tipo de árbol es y revisa la pintura de tu coche para ver si deja algo de savia al final del día. Durante el verano o principios de otoño, reconocerás la savia de los árboles como un residuo pegajoso que se parece a la cera.
Si tu coche suele acoger muchas hojas con regularidad, lo mejor que puedes hacer es retirarlas lo antes posible. Evita la situación en la que lo dejes estacionado con hojas durante días, ya que más lluvia hará que las hojas se pudran, lo que hará que sea aún más difícil de eliminar, sin mencionar el olor. Evita sacar las hojas con una escoba, ya que puede provocar arañazos en la carrocería; rasguños que provendrían de las hojas que se mueven o de las cerdas de la escoba, así que usa las manos.
Si bien un soplador de hojas puede ser el primer instinto, nos abstenemos de recomendarlo, ya que podría empujar algunas hojas debajo del capó o en otras grietas del coche, lo que anularía el propósito de toda la acción que está llevando a cabo. Otro tipo de daño que pueden causar las hojas son a las tomas de aire, los canales de drenaje de un techo corredizo u otros orificios de drenaje. Una vez que termines de recogerlos a mano, quita los que se encuentran en áreas difíciles de alcanzar con una aspiradora.
Asegúrate de quitar todas las hojas cerca de la base del parabrisas, porque ahí es donde se encuentra el sistema de admisión de la calefacción del vehículo. No quieres que entren hojas. Simplemente, retira todos los que puedas con las manos y aspira el resto. Haz lo mismo en el interior del compartimiento del motor, ya que las hojas se acumularán allí y comenzarán a descomponerse. El daño que causan en esa área es mínimo, pero eventualmente dejarán un residuo pegajoso que será un imán para el polvo y la suciedad en general.
Para una protección apropiada de la pintura, lava el coche minuciosamente al final de cada temporada y aplica una capa de cera. Los revestimientos cerámicos también funcionan, pero esto depende de tu presupuesto. Pregunta qué es lo mejor para tu coche en una tienda local o un profesional antes de programar una cita. De hecho, tú mismo puedes aplicar la cera si tienes ganas, tiempo y te quieres ahorrar unos eurillos.