Tengas el coche que tengas, ya sea un humilde urbanita o un superdeportivo, los inyectores de combustible pueden causar multitud de problemas si son mantenidos y tratados como es debido. Si este es el caso, las fallas pueden ir desde un gasto más elevado de petróleo (ya sea gasolina o diésel) hasta incluso la pérdida de potencia por parte del motor.
El inyector de combustible actual –muy lejos de la tecnología de antaño– se puede definir como el componente que empuja el combustible a alta presión desde el depósito hacia la cámara de combustión del cilindro en un momento determinado, de modo que, cuando el pistón esté en el punto muerto superior (PMS), la mezcla de aire y combustible sea perfecta. Normalmente, hay un inyector para cada cilindro, a diferencia del humilde carburador que reemplazó con la llegada de la inyección electrónica.
Y aunque es una pieza que suele durar años, sin el mantenimiento programado, o gracias a una mala calidad del combustible en su área, la suciedad y los residuos del mismo pueden pasar por el filtro de combustible y quedar atrapados en el interior del inyector, causando multitud de disgustos. El problema es que, a diferencia de un carburador, el inyector no es un artículo de fácilmantenimiento, con costes de reparación y de reemplazo que oscilan entre cifras de tres a cuatro dígitos según el vehículo.
Debido a las tarifas asociadas, aquellos aficionados a la mecánica pueden sentirse animados a intentar limpiar un inyector por sí mismos. Hay algunas soluciones que se pueden probar, pero estas deben tomarse con una gran exención de responsabilidad. Esto se debe a que un inyector está diseñado con tolerancias muy exactas, no están hechos para jugar con ellos; De hecho, la marca te dirá que un inyector no es reparable, y que si alguno está defectuoso, no se debe intentar arreglar, si no buscar uno nuevo.
Esto es especialmente cierto en los sistemas common rail –o conducto común– de motores diésel relativamente modernos, los cuales operan a presiones ultra altas con tolerancias aún más estrictas. No solo son más difíciles de limpiar, sino que también pueden ser mortales si el circuito de combustible no se trata correctamente antes del desmontaje. Debido al coste y a los peligros involucrados, es mejor realizar primero una prueba de fugas para asegurarse de que realmente existe un problema con un inyector.
Conectar ciertos recipientes a la línea de combustible de retorno de los inyectores (tuberías de distribución) te permite ver cuánto combustible regresa a través de los inyectores. Si uno está desempeñando su trabajo de manera muy diferente a los demás, es seguro asumir que algo no está bien con ese inyector. Y aunque parezca algo complejo, una prueba de fugas también puede ser hecha por uno mismo. Tomando las precauciones oportunas, es seguro, ya que el combustible circula a baja presión en este punto.
El primer paso para dar con un problema de inyectores será probar un limpiador dedicado al menester o llenar el depósito del coche de combustible con aditivos limpiadores similares. Estos productos están diseñados para descomponer cualquier acumulación de carbono en la línea de combustible en partículas lo suficientemente pequeñas como para quemarlas. Estos limpiadores también son económicos y pueden eliminar leves acumulaciones de residuos con el tiempo, pero no espere una solución milagrosa.
Por supuesto, existe un riesgo –aunque poco probable– de que un limpiador de inyectores pueda desalojar algo del mencionado hacinamiento de carbonilla en la pared del inyector y llevarlo más profundamente hacia la boquilla del mismo, causando un bloqueo y problemas de funcionamiento más graves. Pero recuerda, es altamente improbable que te suceda. Con suerte, el solo uso de uno de estos productos –de buena calidad, por supuesto– solucionará el problema y también mejorará el consumo de combustible.
Pero digamos que quieres pasar a la segunda fase y sacar el inyector ¿Te sientes seguro y tienes las habilidades para sacar el riel? Bien, comencemos con lo primero. Tira del relé de la bomba de combustible con el motor en marcha. Esto hará que el utilice el combustible restante que había bombeado al inyector. Significa que el sistema debe cebarse y purgarse antes de volver a funcionar, y también que no debería haber presión en el inyector. Pero no lo des por sentado, se cauto y toma medidas de seguridad.
Es importante tener en mente lo delicados que son los inyectores de combustible. Esta es una pieza de ingeniería de precisión máxima, como algo dentro del bloque del motor, por lo que deben tratarse como diamantes. Los inyectores viejos también pueden atascarse en sus orificios y romperse si se retiran incorrectamente. Además de eso, la práctica recomendada es tener un nuevo conjunto de tuberías de alta presión y juntas listo para usar y evitar fugas peligrosas. Estos últimos también pueden costar bastante.
Si ya tienes el inyector fuera, la única manera de devolverlo a su antigua gloria es con un limpiador ultrasónico. Utilizando vibraciones de alta frecuencia, estos limpiadores pueden romper los contaminantes de espacios diminutos como bien es una boquilla de un inyector. Y aunque un limpiador de pequeño tamaño también es sustancialmente más accesible para la mayoría, es posible que estos no tengan la potencia necesaria para eliminar los depósitos de suciedad más rebeldes que uno pueda encontrar dentro.
También es importante tener en cuenta que un aficionado al bricolaje carecerá del equipo de prueba de inyectores necesario para validar completamente la funcionalidad sin volver a conectar todo y probarlo, lo que significa un proceso tedioso en el tiempo y muy costoso de hacer. Claro, puedes obtener un mini limpiador/probador como se muestra en la imagen de arriba, pero eso no derivará en la misma funcionalidad del inyector que el equipo de prueba de laboratorio empleado por los profesionales del sector.
De hecho, salvo que tengas grandes nociones de la metodología, a veces es mejor dejarlo en las manos de un profesional. Un especialista en inyección de combustible tendrá los medios para probar cualquier inyector, puesto que sus sistemas de limpieza son muy superiores e incluso puede salir mucho más barato que comprar el nuevo inyector. Porque a la mayoría nos gusta tener un trabajo bien hecho por la menor cantidad de dinero posible, y esto es algo que le toca a numerosos vehículos a lo largo de sus vidas.
Finalmente, el último aspecto potencial a tener en cuenta es que en los coches modernos, los inyectores que se han quitado deben volver al cilindro del que se han despojado, ya que están codificados en el cerebro del vehículo –la ECU– de forma individual, específicamente para cada cilindro. Con suerte, te habrás concienciado de qué es un sistema de inyección de combustible moderno y lo delicado que es, y cualquiera que sea el camino que elijas, opta por la alternativa más sensata en base a tus conocimientos.
Fuente: Motorbiscuit, The Drive