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Polea Dámper 1
Luis Blázquez

Polea dámper: qué es y cuáles son sus síntomas de desgaste

La polea de cigüeñal, polea amortiguador o polea dámper (también llamada simplemente dámper) es un elemento que equipa cualquier motor de combustión interna, ya sea diésel o gasolina. El dámper es una polea situada en el extremo del cigüeñal y, al igual que otras piezas como el embrague o los amortiguadores, tiene una esperanza de vida limitada.

¿Para qué sirve una polea dámper?

Con una función similar al volante bimasa, el dámper se encarga de minimizar las vibraciones del cigüeñal ocasionadas por el movimiento de los pistones durante el proceso de admisión, compresión, expansión y escape. Este componente ayuda a evitar averías en el cigüeñal, causadas por las enormes fuerzas de torsión a la que es sometido, y reduce el desgaste de a correa, el tensor y otros componentes del sistema de transmisión.

La polea dámper, mediante una correa trapezoidal o multiplasta, se ocupa de accionar la correa o correas que se accionan órganos auxiliares como el compresor del aire acondicionado, la bomba de agua, la bomba de servodirección o el alternador del propio motor. Además, el dámper también se encarga de amortiguar las vibraciones y oscilaciones de giro del propulsor, especialmente en aquellos que funcionan con gasóleo, menos refinados que sus equivalentes de gasolina.

Cuanto mayor sea el tamaño del motor, las resonancias serán también superiores, haciendo más corta la vida útil de la polea dámper

Para que la polea dámper cumpla eficazmente con su función, debe poder suavizar los choques de los elementos mecánicos, debe estar equilibrada y, si es sustituida, debe tener el mismo peso que la polea de origen. En su construcción hay una parte central de caucho (fija al cigüeñal) que se encarga de hacer de amortiguador y, alrededor de esta, la polea propiamente dicha, donde se engrana la correa de distribución a través de una serie de gargantas.

En el caso de los propulsores diésel más modernos, la polea consta de siete a ocho piezas metálicas y dos anillos de caucho para filtrar aún mejor las vibraciones producidas por este tipo de mecánicas. En el caso de los coches equipados con un sistema Stop & Start, las piezas están más reforzadas debido a las múltiples paradas y arranques del motor de combustión. Cuanto más compleja es la polea, más elevado es su precio.

¿Qué ocurre cuando la polea dámper falla?

Una pieza sometida a tanto estrés, lógicamente, necesita ser cambiada en el algún momento de la vida del vehículo. Cualquier funcionamiento incorrecto podría tener un efecto negativo sobre el sistema de transmisión. Si la polea dámper no puede absorber adecuadamente las vibraciones, el cigüeñal se verá en peligro, así como el sistema de distribución, la correa, la bomba de servodirección o el compresor del equipo de aire acondicionado.

Algunos órganos mecánicos dan un “golpe” al motor cuando se activan. Para salvaguardarlos y evitar vibraciones parásitas, la polea dámper atenúa dichos “golpes”

En caso de que la polea del coche presente un desgaste acusado, lo primero que se percibirán serán más ruidos y vibraciones provenientes del vano, especialmente al ralentí. Normalmente, conviene revistar esta pieza en un intervalo de 60.000 kilómetros, y se puede hacer de forma tanto visual como práctica mediante una mera prueba dinámica. Si el dámper no es sustituido a tiempo, podríamos partir el cigüeñal o cualquiera de las piezas mencionadas en el párrafo anterior.

Podremos verificar con nuestros propios ojos el estado aparente del dámper mirando si presenta grietaso deformación en la superficie por las fugas de aceite del motor. Asimismo, conviene revisar todos los componentes y comprobar que no haya fisuras. Aquella zona en contacto con la correa de transmisión debe ser perfectamente uniforme, sin bordes afilados ni ángulos extraños.

Otra forma de averiguar la eficacia del dámper es trazar una marca que atraviese linealmente ambas superficies, las de metal y las de caucho. Ha de hacerse con el motor parado y en frío. Una vez hecha la marca, se arranca el motor y se accionan los elementos que se ven implicados con el giro de la polea dámper (dirección asistida, aire acondicionado, etc.). En caso de que no permanezcan alineadas después de la prueba, es necesario sustituir la pieza.

La polea dámper es una gran desconocida que puede herir sensiblemente la salud de nuestro coche, y la de nuestro bolsillo. Con un poco de dedicación y llevando las revisiones al día, ambas partes nos lo agradecerán. Ya se sabe, al final lo barato puede salir muy caro.

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