Los radares veloláser son los más temidos por los conductores. Han sido la última incorporación por parte de la DGT y destacan por su avanzada tecnología. Se distinguen de otros por su carácter móvil, además de ofrecer una precisión y un sigilo notables a la hora de multar. No hay que olvidar que son aparatos que se pueden sujetar con una sola mano y que les da a las autoridades múltiples posibilidades. A continuación vamos a contar cómo funcionan y algunas de sus claves más destacas.
Cómo funcionan los veloláser de la DGT
Como su propio nombre indica, son unos radares con tecnología láser que controla una carretera mediante la proyección de líneas láser. Cuando pasa un vehículo, el haz de luz se proyecta sobre él y rebota hasta el dispositivo, lo que permite calcular la distancia y el tiempo transcurrido entre que va y vuelve esa luz. El radar se programa inicialmente teniendo en cuenta el límite de velocidad de la vía, de forma que cuando se registre un parámetro superior, el aparato realiza una fotografía para capturar al infractor.
La diferencia respecto a otros radares como los tradicionales que están instalados en cabinas o en postes es la tecnología. Los anteriores, conocidos también como cinemómetro Doppler funcionan con microondas y calculan la velocidad mediante el cambio de frecuencia. El sistema por láser permite reducir el tamaño y el peso de los dispositivos, lo que es una ventaja para las fuerzas de seguridad, pero un inconveniente para los usuarios, que se los pueden encontrar en prácticamente cualquier sitio.
Dónde se suelen colocar los veloláser de la DGT
- Trípodes: nada del otro mundo, basta con el de una cámara de fotos
- Vehículos: hay un adaptados para que se adhiera a cualquier coche
- Guardarraíl: se empezaron fijando en los laterales de la carretera
- Cabina: se puede emplazar en cabinas como los tradicionales
- Pórticos: también aparecen en los pórticos detrás de carteles luminosos
Características de los veloláser de la DGT
Los veloláser ya hemos visto que son artefactos pequeños que funcionan gracias a una tecnología muy avanzada. Vamos a destacar algunas características principales y bastante desconocidas. En apenas un minuto se puede preparar para que comience a funcionar sobre un trípode, además tiene una batería portátil que le da una autonomía de uso de hasta cinco horas. Da igual que sea de día o de noche, pues el láser funciona igual, hace la lectura de matrículas de forma automática gracias a su software y capta mucho más de lo que parece.
Su rango óptimo de trabajo es de entre 15 y 50 metros, pudiendo distinguir entre vehículos ligeros y pesados en ambos sentidos de la circulación. Mide la velocidad en hasta tres carriles diferentes, controlando velocidades de entre 30 km/h y 250 km/h, y permitiendo que se ajusten diferentes valores para cada carril y tipo de vehículo. Además de esta inteligencia, la conectividad también es superior. Se puede controlar en tiempo real desde uno o varios dispositivos siempre que se conecte a una WiFi, 3G o 4G. El precio ronda los 14.000 euros y actualmente la DGT tiene alrededor de 70 radares veloláser.