La rotación de neumáticos es una práctica cada vez más extendida y recomendable para el correcto mantenimiento del coche. Los neumáticos son unos de los elementos más importantes en el automóvil y ya os hemos dado algunos consejos sobre como llevar la presión correcta y lo que significan sus letras. Ahora vamos a hablar de lo que supone el rotar los neumáticos y cuál es el modo correcto de hacerlo en cada tipo de coche.
Debido a distintos factores, es normal que el desgaste sea desigual entre los cuatro neumáticos de cada vehículo. El tipo de tracción, la conducción o las condiciones de la carretera llevan a que tras varios miles de kilómetros cada rueda tenga niveles distintos de vida, habiendo diferencia sobre todo entre ejes. La rotación de neumáticos lo que consigue es que haya un desgaste más homogéneo y que la duración pueda ser mayor.
Para alcanzar ese equilibrio lo primero recomendable es hacer la rotación entre los cuatro neumáticos a la vez. Se suele decir que es recomendable hacerlo cada 10.000 kilómetros, aunque si se hace un uso más intensivo del coche podría ser cada menos distancia. Se puede adelantar en el caso de que se perciba un desgaste desigual notable entre ejes. Lo mismo pasa si se detectan vibraciones u otros síntomas anómalos.
También hay que tener en cuenta que siempre es recomendable que los cuatro neumáticos provengan del mismo fabricante y, por supuesto, que tengan las mismas medidas. Por otro lado, recordar que la rotación de neumáticos no sirve para corregir un desgaste desigual severo causado por una presión indebida ni para alargar eternamente la vida del neumático. En todo caso, cuando la banda de rodadura sea inferior a la profundidad legal (1,6 mm) toca sustituirlo.
¿Dónde va cada neumático?
Para rotar los neumáticos hay que tener en cuenta el tipo de tracción que tiene el coche. En el caso de tener un vehículo de tracción delantera, la rotación hay que hacerla de la siguiente manera. Las ruedas delanteras pasan al eje trasero respetando el lado, mientras que las traseras pasan al eje delantero cambiando de lado. Sería como se ve en el gráfico la rueda trasera derecha para a la posición delantera izquierda y la trasera izquierda para a la posición delantera derecha.
En el caso de tener un coche con tracción trasera se llevaría a cabo la maniobra al contrario. En estos coches son las ruedas traseras las que pasan sin cambios al eje delantero, manteniendo su lado inicial. Sin embargo, los neumáticos delanteros pasarán al eje trasero con cambio de posición, el delantero izquierdo al lado trasero derecho y el delantero derecho a la posición del trasero izquierdo.
En el caso de tener un vehículo con tracción a las cuatro ruedas, la rotación tendría que hacerse en cruz. Esto significa cambiar los neumáticos de eje y de posición (intercambio entre delantero derecho y trasero izquierdo y entre delantero izquierdo y trasero derecho). Si se tienen neumáticos direccionales solamente tendremos la opción de cambiar los neumáticos de eje sin modificar el lado que les corresponde (indicado en el propio neumático). Hay opción también de rotar con la rueda de repuesto siempre que esta tenga las mismas medidas que el resto.
¿Puede hacerlo uno mismo?
La rotación de neumáticos es una tarea relativamente sencilla y que puede realizarse sin necesidad de visitar un servicio oficial. Solamente se necesitará tiempo y paciencia, pues son cuatro ruedas las que se tienen que intercambiar. También hay que seguir las indicaciones del gráfico y las medidas de seguridad para cambiar correctamente la rueda de un coche.
La mayoría de vehículos ya lleva el sensor de presión de neumáticos (es totalmente obligatorio desde 2014) que se encarga de avisarnos en caso de pérdida de presión. Tras haber hecho la rotación es posible que el testigo se nos encienda, por lo que habría que resetear esta función. Eso solamente es recomendable hacerlo tras comprobar manualmente que las presiones de las cuatro ruedas son las recomendadas por el fabricante.
Fuente – Autonoción