Hoy en día los coches eléctricos prometen ser la mejor alternativa a los actuales combustibles. La saturación de los recursos naturales, junto con las medidas cada vez más exigentes por parte de los gobiernos en materia de emisiones, hacen que los eléctricos se hayan convertido en la mejor opción si estás pensando en comprarte un coche, sobre todo, de cara al largo plazo.
Sin embargo, es un sector que está empezando y como tal, tiene muchas limitaciones. Especialmente en lo que se refiere a la autonomía de las baterías y el número de puntos de recarga. Por tanto, para saber si te compensa un coche eléctrico te conviene valorar los siguientes puntos:
1. Realizar muchos viajes cortos
Los actuales eléctricos tienen una autonomía para hasta 200 km, en el mejor de los casos. Por tanto, es mejor usarlos en trayectos cortos y establecer una buena planificación de los viajes, ya que si la batería se agota, nos quedamos tirados. Si básicamente coges el coche para ir al trabajo o eres comercial y tienes que moverte continuamente, quizás puedan resultar una buena opción.
Por otro lado, para rentabilizar un coche eléctrico hay que hacer bastantes kilómetros a la semana ya que, cuestan de media, 14.360 € más que un coche de combustión. Por tanto, al final, sólo con las recargas es como vamos a ahorrar dinero. Actualmente, para que te compense comprar un coche eléctrico habría que hacer más de 20.000 km al año y alcanzar los 220.000 km a lo largo de los 11 años de vida útil con que los que cuentan esta clase de vehículos.
Pero, no todo va a ser malo. Los vehículos eléctricos gastan en energía 0,75 €/100 km con respecto a los casi 10 €/100 km que cuestan los coches de gasolina y, los costes de mantenimiento también se reducen significativamente.
2. Estar concienciado con el ruido y la contaminación
Está claro que al ritmo de explotación actual, los combustibles fósiles terminarán por agotarse. Los coches eléctricos no dañan el medio ambiente y su conducción es mucho más eficiente y menos contaminante que la de los coches con motor de gasolina.
Además, si verdaderamente te gusta conducir, los coches eléctricos ofrecen una conducción silenciosa y relajada, especialmente en las ciudades. Eso sí, ármate de paciencia porque al ser la novedad, todo el mundo te va a preguntar sobre su uso y funcionamiento.
3. Existen pocos puntos de recarga
Si quieres comprar un coche eléctrico si o si, tienes que tener un punto de recarga en tu plaza de garaje ya que, actualmente, en España, es muy difícil depender sólo y exclusivamente de los puntos de recarga que proporcionan los ayuntamientos o gobiernos locales.
Por otro lado, las principales compañías eléctricas prefieren que estas recargas tengan lugar por las noches para compensar el gasto energético: se puede estabilizar el sistema de distribución y, sobre todo, representa una nueva demanda y un nuevo negocio para las mismas…
4. Mejor en ambientes cálidos
Por si no lo sabías, la autonomía de un coche eléctrico se reduce considerablemente con el frío. ¿Por qué? Pues porque las baterías al final son muy parecidas al cuerpo humano y les gusta tener una temperatura entre los 20 y 25 grados. Con mucho frío, les cuesta más entregar la potencia y su autonomía cae, especialmente en invierno donde el coche requiere mucha energía para calentar el habitáculo.
5. Ventajas fiscales
En la actualidad existen importantes incentivos gubernamentales (ver el nuevo plan Movele 2015) para intentar animar las ventas a la compra de coches eléctricos. Entre otras cosas, están exentos del pago del Impuesto de Matriculación y se paga menos (o incluso nada) por el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica de carácter anual.
En ciudad, siempre que se tenga la tarjeta acreditativa, se puede aparcarlos de manera gratuita incluso en las zonas de pago.