El robo y recuperación de dos coches de alta gama de la firma italiana Ferrari se ha desarrollado como un guión de una superproducción de Hollywood.
La historia comienza con el alquiler de estos dos vehículos en Madrid, un Ferrari 458 Italia (el mismo que pudimos ver en un vídeo compitiendo con una Ducati) y un 599 Fiorano.
Pero la idea de los alquiladores no era disfrutar de estos supereportivos, sino pisar el acelerador hasta el fondo y «tirar millas» en dirección Italia.
Una vez cruzada la forntera transpalpina, los ladrones llegaron al puerto de Nápoles y escondieron los coches en un contenedor. Es el mismo puerto en el que Roberto Saviano, en su libro Gomorra, relata la historia del descubirmiento de cientos de cadáveres de chinos congelados al abrirse un contenedor que manipulaba una grua.
¿Su objetivo? Trasladar los coches a Japón. Mientras tanto, en la casa de alquiler de Madrid empezaron a sospechar que los vehículos no iban a ser devueltos porque ya sobrepasaban el plazo de entrega.
Aquí entra en escena Detector, una compañía que oferta un dispositivo de localización de vehículos que opera en 33 paises diferentes. Es un dispositivo de escucha por radio, que permite la localización aunque el vehículo se encuentre dentro de un contenedor.
Las fuerzas de seguridad fueron alertadas y actuaron con rapidez. Detectan los dos coches en el contenedor de Nápoles y además encuentran otras dos unidades de coches de lujo, un Porsche Panamera y un Mercedes SLS AMG. Sus dueños sabían que tenían «caramelitos» en sus manos, y estaban equipados con equipos de localización vía GPS, lo que hizo imposible su localización dentro del contenedor… Pero tuvieron suerte y también los han recuperado.
Vía: El Mundo motor