La suspensión es un componente importante en los coches. No solo sirven para ofrecer comodidad, sino que es un aspecto fundamental para ofrecer una estabilidad adecuada y, por ende, crucial para la seguridad vial: se trata de uno de los tres pilares del triángulo de seguridad del coche y resulta clave detertar posibles fallos antes de que sea demasiado tarde.
Aunque las suspensiones han evolucionado bastante a lo largo de los años, el principio básico por el que se fundamentan sigue siendo el mismo, es decir, la adaptación a las irregularidades de la carretera, mediante una suspensión por cada rueda. Sin embargo, cada tipo de suspensión lo hace de diferente manera, como vamos a ver a continuación:
1. Rígidas
El sistema rígido es uno de los tipos de suspensión más antiguos y básicos que existe. Su funcionamiento es sencillo. Unos amortiguadores van atornillados directamente a la barra transversal del puente, que es la que recibe las modificaciones que le mandan las suspensiones. Como puedes comprobar en la foto, cuando un coche atraviesa un obstáculo con una sola rueda, el puente entero se inclina en el sentido que dicte el terreno.
Es un sistema que ahora mismo se usa en los todoterreno, para circulas por vías sin asfaltar, o modelos de competición de subidas de montaña (en niveles de tierra, por supuesto). Lo usan para que el coche se eleve lo suficiente en los terrenos y no sufra el chasis en esos trayectos.
Sin embargo, suponen muchas desventajas, entre las que destacamos la inestabilidad. Un coche que se incline al ritmo de la carretera, no es seguro y puede darte más de un susto. Las marcas no suelen incorporar ya este mecanismo, pero todavía se siguen viendo coches americanos nuevos que utilizan esta estructura, también con una variante denominada sistema de ballestas. No tiene mucho sentido ya que la inestabilidad en curvas es muy pronunciada, y si a eso le sumamos la potencia que generan las potentes mecánicas que suelen montar, el resultado es un marcado sobreviraje (pérdida del control de la parte trasera del vehículo).
2. Semirrígidas
El sistema semirrígido es muy parecido al sistema anterior, a diferencia que estas llevan un brazo adicional, que permite reducir las vibraciones e inclinaciones que puede recibir el coche. Es decir, no es rígida, pero tampoco es independiente, por lo que el aislamiento de las oscilaciones es relativamente limitado.
Básicamente, se compone de unos muelles anclados a unos soportes articulados, los cuales van atornillados al diferencial y a una barra que cruza toda la zona del puente, limitando así su independencia. Es un sistema común que incorporan muchos coches de calle, en sus versiones básicas.
3. Independientes
El sistema independiente es de las mejores opciones que podemos encontrar en el mercado. De hecho, la mayoría de coches nuevos en el mercado lo utiliza hoy en día. Dentro de este grupo podemos diferenciar varios sistema, entre los que destacan:
Suspensión de eje oscilante
La suspensión de eje oscilante tiene los muelles ubicados en unas articulaciones que van atornilladas al puente trasero. El funcionamiento es básico, ya que carece de brazos de torsión, solo uno conectado al puente y el amortiguador conectado al chasis.
Es un sistema muy usado, que podemos encontrar en multitud de coches de calle. Aunque es un sistema básico, los nuevos desarrollos han conseguido que transmita una mayor estabilidad en el coche con más seguridad.
Suspensión de brazos tirados
El sistema de brazos tirados es muy similar al semirrígido. Los muelles van instalados en la parte baja en los brazos del puente trasero. La mayor diferencia es que este tiene una separación en los brazos que alojan los muelles. Así, al ir por separados los brazos, la amortiguación se consigue de una manera independiente.
Para un uso urbano es un sistema aceptable. Por el contrario, al estar el muelle separado del amortiguador, la gestión de las vibraciones no es del todo eficiente, pudiendo ser inestable en aquellas situaciones en las que se requiere de un uso más profundo del sistema.
Suspensión McPherson
El sistema McPherson es un sistema básico que es muy utilizado para los puentes delanteros, aunque se puede encontrar instalado en el trasero también. Es una estructura sencilla y su mantenimiento es económico. En este caso, los amortiguadores van directamente atornillado al chasis, por lo que tienen que tener una cierta rigidez en esa zona para que no sufra roturas. De esta manera, puede transmitir las vibraciones de manera correcta, y en caso de que sean algo fuertes, nos aseguramos de que pueda aguantarlo sin problemas.
Entrando en detalle, la suspensión va atornillada a la mangueta (un componente que conecta la rueda y los frenos, con el resto de componentes del puente delantero o trasero) y, a diferencia del resto, no hay ningún brazo adicional que conecte la mangueta con la parte superior del chasis. Tan solo encontramos un tirante que sube desde la parte baja a la zona media del amortiguador.
Es un sistema sencillo que no da problemas, pero en cuanto a prestaciones la rigidez se soporta hasta un cierto punto. Para un uso más exhausto del coche, puede que necesite algún refuerzo.
Suspensión de triángulos superpuestos
Este sistema es uno de los más avanzados, y uno de los predecesores del sistema que veremos a continuación. Es más sofisticado, ya que incorpora brazos y articulaciones superiores. También se le conoce como suspensión de paralelogramo deformable, ya que cuando actúa la amortiguación, tanto el brazo superior como el inferior, que en principio están colocados de forma paralela, se deforman según las actuaciones del mismo.
Las suspensiones van colocadas de forma centralizada, que se pueden encontrar en los formula car o en el KTM X-Bow GT. En definitiva, es un sistema que se usa más en la competición, por ofrecer una rigidez e inclinación de la suspensión mayor. Es decir, ofrecen de manera directa una inclinación de a la rueda que se requiere en la competición.
Suspensión Multilink
Este sistema deriva del anterior, ya que su funcionamiento es muy similar, con la diferencia de que las suspensiones en su parte superior se atornillan a la torreta del chasis. Al igual que el anterior, está compuesto por varios brazos, tanto superiores como inferiores, que distribuyen perfectamente la torsión en todos los puntos, pero está más pensado para la calle, pues incorpora un taco de goma que recibe las vibraciones.
La suspensión multilink, también denominada multibrazo ofrece muchas ventajas. Es un sistema de turismos, pero que permite ser modificado para un uso más deportivo. En su parte superior tiene unas copelas normalmente regulables, que te ofrecen la posibilidad de modificar el ángulo de caída de las ruedas, a diferencia de la suspensión de triángulos superpuestos, que tiende a distribuir las caídas directamente. Esta distribución de suspensión la incorporan diversos vehículos nuevos deportivos como el Audi S6 o BMW M5.
Como dato informativo, hay multitud de variantes en este tipo de suspensiones como las suspensiones de cuerpo roscado, que permiten regular la altura y dureza, o suspensiones enfocadas a competición que llevan un vaso de expansión para el lubricante.
Fuentes: Wikipedia, Autopista, KM77, Aficionados a la mecánica