El Plymouth XNR es quizá uno de los prototipos más singulares que jamás haya creado un fabricante de automóviles de Detroit. Fue concebido por el legendario diseñador de Chrysler Virgil Exner, como un rival potencial para el Chevrolet Corvette.
Exner tomó como ejemplos para crear la espectacular silueta del Plymouth RNX de 1960 rasgos de algunos coches de competición de Indianápolis y la aleta que se sitúa por detrás del conductor del Jaguar D-Type, una de las leyendas de Le Mans en los años 50 (por cierto, puedes oir el motor del coche en una vuelta a bordo del D-Type de Mike Hawthorn en 1956).
El Plymouth XNR compartía plataforma con los Chrysler Vaillant y Plymouth Lancer de serie de la época. Lo impulsaba un motor de seis cilindros, en sintonía con las especificaciones de la NASCAR, que rendía 250 CV de potencia y que podía lanzar el coche hasta los significó el coche podría llegar a 241 km/h… Y no hablamos de datos sobre el papel. Lo demostró en la pista de pruebas de Chrysler, que estaba tan orgulloso del coche que en este vídeo promocional realziado por la marca en 1960, lo define como «el coches de sus sueños hecho realidad»:
Pero una cosa es un vídeo promocional y otra muy distinta la cruda realidad del mercado. Los ejecutivos de Chrysler simplemente no vieron negocio alguno en rivalizar con los deportivos Chevy, así que decidieron no llevarlo a producción.
Hasta ahí, todo encaja en la historia de un prototipo que no se lleva a producción. ¿Y qué ocurre con ellos? La idea era destrozarlo, como se destrozan como los concepts de arcilla de Volvo y como ocurría con otros vehículos de prueba… pero en lugar de eso, Exner permitió que el RNX fuese enviado de nuevo al estudio de diseño de Ghia, que se había encargado de construir la carrocería del coche. A partir de ahí cambió de manos un par de veces, incluyendo una temporada en el garaje del Sha de Irán. Entonces desapareció hasta hace un par de décadas, cuando Karim Edde, un coleccionista de autos libanés, hizo el descubrimiento de su vida.
Karim Edde dice que descubrió el RNX almacenados en un garaje subterráneo en Beirut, en la década de 1980, y reconoció de inmediato de qué se trataba. Lo peor fue la guerra civil libanesa que se libraba por entonces. «Los dos últimos años de la guerra fueron tan mal, que tuve que mover el coche varias veces para salvarlo de la destrucción», asegura Edde. «No teníamos camiones plataforma, así que teníamos que usar grúas con una pluma para levantar el coche, que lo colocaba en un camión. Fueron operaciones delicadas».
Después de esa terrible experiencia, Edde consiguió restaurar el RNX a su estado original. Algunas de sus piezas más exóticas tuvieron que ser reconstruidas, como los tapacubos, realizados con nada menos que 35 piezas de metal separadas. Pero lo más importante, la carrocería salvaje de Virgil Exner, había sobrevivido intacta.
Después de lucirse en varias exhibiciones de coches clásicos muestra el año pasado, donde ganó varios premios, el Plymouth XNR llegó a aparecer en el videojuego de conducción Gran Turismo de Sony. En agosto de 2012, RM Auctions lo subastó en Monterrey, donde esta singularísima pieza de historia Detroit se vendió por 935.000 dólares. Si quieres verlo en acción, no te pierdas este vídeo del célebre hay Leno:
Fuentes: RM Auctions, Youtube, CNN
Galería de fotos del Plymouth XNR: