Predecir el futuro siempre ha sido una tarea pendiente del presente. Eso es aplicable prácticamente en todos los ámbitos de la vida y, sobre el sector del automóvil, se siguen haciendo múltiples estudios sobre cómo evolucionará la movilidad. En esta ocasión nos vamos a remontar al año 2008, cuando se vaticinó que todos los coches serían híbridos para 2020. Ahora que ya lo hemos pasado, hacemos balance de lo equivocada que estaba la predicción.
El estudio fue realizado hace doce años por IBM, que se dedicó a preguntar a 125 ejecutivos del sector automotriz sobre cómo serían los coches en un futuro. La unión de sus respuestas dio un resultado muy claro: todos los vehículos que se venderían en 2020 serían híbridos. Sin embargo, viendo los datos actuales de ventas, vemos que en España los híbridos apenas representaron un 18,9 % de la cuota de mercado el pasado año. No llega ni a uno de cada cinco coches que se venden.
Más flagrante es en otros países como Estados Unidos, donde se hizo el estudio y actualmente los híbridos son un 3 % del mercado, casi lo mismo que en 2008. Y, ¿por qué han fallado tanto las predicciones? Pues hay que entender que en aquella época se estaba registrando un aumento del precio de la gasolina y la conciencia sobre el cambio climático empezaba a calar. Se empezaba a apostar por vehículos más pequeños y eficientes, lo que era precisamente lo contrario a la tendencia tradicional en el mercado estadounidense.
Parece que fue en ese momento cuando se realizaron las encuestas y fue publicado el estudio. La tecnología híbrida era cara y cuando pasó el tiempo y la gasolina volvió a su precio habitual, en Estados Unidos se siguieron comprando vehículos grandes y no híbridos. En Europa la tendencia de la electrificación fue aumentando poco a poco, pero nunca al nivel sugerido inicialmente.
Y llegamos a un punto en el que parece que los híbridos convencionales (y también los enchufables) serán una solución temporal y que en el futuro solamente habrá coches 100 % eléctricos. Esta es una predicción que podría ser igual de mala que las recogidas por IBM en 2008, sin embargo, ahora las cosas parecen haber cambiado definitivamente.
Ahora las normativas anticontaminación son muy estrictas y los motores de combustión serán prohibidos en muchas partes. Además, se está avanzando en términos de infraestructura de recarga y los precios de las baterías se irán reduciendo en los próximos años.
Fuente: Vice